[singlepic id=5 float=left]Ernesto Cortissoz se convirtió en uno de los principales ejecutivos en Barranquilla. En 1914 se encargó de la gerencia del Crédito Mercantil, nombre bajo el cual la Sociedad Colectiva Cortissoz-Correa y Cía fundada en el mismo año, adelantaba negocios bancarios, actividad principal de la misma, participó de esa multiplicidad negociadora que caracterizó a Barranquilla y a su élite empresarial a partir de la segunda mitad del siglo XIX. LA SCADTA, The Walters Brewing and Ice, absorbida por la Cervecería Barranquilla cuyos accionistas más importantes pertenecían a la familia Cortissoz, Compañía Unida de Fósforos y la empresa Harinera del Atlántico, lo tuvieron como accionista.
Ernesto Cortissoz hizo gala de sus dotes de gerente. Lo fue del Crédito Mercantil, de la fábrica de fósforos El Cóndor, de la empresa del tranvía urbano, y el acueducto de la ciudad. Ernesto Cortissoz estuvo presente en la fundación del béisbol, haciendo parte del grupo de personas que organizó esta actividad deportiva en el país. Si bien Cortissoz no participó activamente en política, si lo hizo en forma indirecta, a través de todas las asociaciones que propugnaban por el desarrollo y bienestar de Barranquilla. Muestra de ello fue su militancia en la Liga Costeña, como fundador y representante por el departamento del Atlántico en 1919. También llegó a ser grado 33 de la Masonería, rito Inglés.
Con un capital de cien mil pesos, y según acta notarial del 5 de diciembre de 1919, se constituyó la empresa de aviación Sociedad Colombo Alemana de Transporte Aéreo SCADTA en Barranquilla, teniendo como presidente “ad-honorem” a Ernesto Cortissoz Álvarez-Correa. Esta sociedad trajo dos aviones de Alemania, iniciando la aviación comercial en América. El objetivo prioritario de trabajo era establecer líneas de comunicación con el interior del país. Además se esperaba poder contratar la conducción de correos por vía aérea, a partir de licitación pública.
Inicio Ernesto Cortissoz (1885-1924)