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Accidente Sikorsky S-38 “von Krohn”

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El hidroavión desaparecido en la ruta Quibdó-Cartago-Medellín, con un gran cargamento de oro

10 de marzo de 1934

 

El hidroavión Sikorsky S-38 de la SCADTA con matrícula C-46 y bautizado con el nombre de ‘von Krohn’ se accidentó el 10 de marzo de 1934, mientras realizaba su ruta Buenaventura (Valle) – Andagoya (Chocó) – Quibdó (Chocó) – Cartago (Valle) – Medellín (Antioquia).
El bimotor anfibio y con capacidad para ocho pasajeros, había realizado su ruta hasta Quibdó, desde donde había partido a las 9:30 am hacia Cartago y para posteriormente seguir a Medellín, con su tripulación conformada por el capitán Hans Walter Geck (piloto alemán con más de 500,000 kilómetros volados sobre Colombia), el mecánico Ernst Jahnke (alemán), y los pasajeros Alexander Notz (alemán), Julio Cesar Zúñiga (contador de la Intendencia del Chocó) y Newton C Marshall (gerente de la compañía minera Chocó-Pacífico). El hidroavión transportaba una remesa en oro valorada en aquella época en $30.000, además del correo aéreo.
El hidroavión se accidentó en su ruta Quibdó-Cartago, en una zona selvática y de difícil acceso. A pesar de los grandes esfuerzos por encontrarlo, no se tuvieron noticias de este hasta después de 24 días, cuando el único sobreviviente llegó a la pequeña población de Betania en el departamento del Valle, acompañado por un grupo de guaqueros (buscadores de tesoros indígenas), quienes lo habían encontrado a las orillas del río Uribe, un afluente del río Sipí en el Chocó.
Fueron muchas las historias que se tejieron alrededor de este accidente, y en particular por la demora en tener noticias de lo ocurrido, y por el tesoro en oro que transportaba.
La oferta de una gran recompensa a quien diera información del paradero del avión, tanto por parte de la compañía minera, como de la Scadta, generó una gran cantidad de versiones, en la que muchos cazadores de fortunas se aparecieran con informaciones falsas, pretendiendo reclamar las recompensas. Las versiones e información que se publicaba en la prensa en aquellos momentos eran totalmente contradictorias.
Luego de 24 días de búsqueda, el 5 de abril, llegaron a la población de Betania (Valle) el grupo de guaqueros con Newton C Marshall, gerente de la compañía minera Chocó-Pacífico y único sobreviviente del avión accidentado. Los guaqueros se habían encontrado el 21 de marzo con Marshall, cuando este bagaba completamente agotado por las orillas del río Uribe. Marshall se encontraba en muy malas condiciones por el largo tiempo que había estado perdido en la selva, alimentándose de frutas y peces, en un lugar cercano al avión accidentado.
Los guaqueros lo llevaron a su campamento con el fin que se recuperara un poco, luego se desplazó con ellos hasta donde estos habían encontrado el cuerpo de un hombre ahogado, muy cerca del punto confluencia del río Uribe con el caudaloso río Sipí. Marshall reconoció que el cuerpo correspondía al del piloto Geck.
En realidad el avión se precipitó a tierra en el departamento del Chocó, cerca al río Sipí, un afluente del río San Juan, durante un vuelo en malas condiciones climáticas.
En el momento del accidente murió el pasajero Julio Cesar Zúñiga, y el pasajero alemán quedó muy gravemente herido. El piloto y copiloto quienes sufrieron menores heridas, salieron del avión que había quedado completamente destrozado y ante el estado de gravedad del pasajero alemán y de las lesiones de Marshall, se dirigieron hacia el río en busca de ayuda.
El piloto y el mecánico perecieron ahogados en su intento de pasar el caudaloso río.
El pasajero alemán gravemente herido y sin poder comunicarse con su compañero de infortunio por su barrera idiomática, murió a los pocos días. Con la muerte del alemán y sin tener noticias del piloto y mecánico, Newton C Marshall bastante herido y agotado, se decidió internar en la selva hacia el río, en busca de ayuda. Deambuló cerca del avión por varios días, hasta que el día 21 de marzo se encontró con un grupo de guaqueros a orillas del río Uribe. Estos lo socorrieron y lo llevaron a su campamento en donde luego de una corta recuperación, se desplazaron caminando por la espesa selva hacia la hacienda Garrapatas y luego a Betania en el departamento del Valle a donde llegaron el 5 de abril, en una larga jornada por la selva. De allí se trasladaron por carretera al municipio de Bolivar en el Valle desde donde se pudieron comunicar por telégrafo.
En el lugar del accidente habían permanecido algunos de los guaqueros cuidando el valioso cargamento de oro. Las comisiones que llegaron posteriormente, dieron sepultura a los cueros de las víctimas en el lugar del accidente, dado la dificultad de movilizados a un lugar de fácil acceso y debido a su total estado de descomposición.
Luego de recuperado el tesoro y algunas partes del avión, los seis guaqueros recibieron el 26 de abril de 1934, una recompensa de ochocientos sesenta y seis pesos con sesenta y seis centavos, además de la gratificación que ofrecía la SCADTA.

 
EL TIEMPO, Domingo, Abril 8 – 1934

LOS PILOTOS DEL VON KROHN PERECIERON AHOGADOS AL TRATAR DE VADEAR EL RÍO

Mr. Marshall habla exclusivamente para El Tiempo

Las primeras declaraciones de Mr. Marshall en Pereira. Cómo relata su odisea.
La Scadta despachó 25 hombres a traer el tesoro y algunas piezas del avión
NUEVOS PORMENORES DE LA TRAGEDIA

El Tiempo-8 Abril 1934
Pereira, abril 7
TIEMPO—Bogotá,
Enorme expectativa había en la ciudad, por la llegada del señor Marshall, único sobreviviente de la catástrofe del Von Krohn, cuya penosísima odisea, ha sido ampliamente informada por EL TIEMPO.
A las ocho de la noche llegó la comitiva que acompañaba al señor Marshall, quien fue alojado en la clínica del doctor Galloway, su médico y amigo muy antiguo.
A pesar de que el estado de agotamiento en que todavía se encuentra el gerente de la Chocó Pacífico no tuvo inconveniente en hacer una ligera relación de los acontecimientos desarrollados, desde el momento en que tomó el avión en Buenaventura, hasta su llegada a esta ciudad.
«En cuanto al estado de mi salud, manifiesta el señor Marshall, puedo decir que ya de las heridas recibidas a la caída del avión me siento casi bien: lo que me molesto es el estropeo del cuerpo, por lo difícil y penoso de la marcha, en el largo trayecto del sitio en que caimos hasta aquí.
El diez de marzo salimos de Buenaventura para Quibdó, con un tiempo muy nublado; pero sin embargo, continuábamos el viaje, sin la menor sospecha de la proximidad de un accidente. Yo leía tranquilamente un libro, cuando noté que el aparato descendía, pero de una manera anormal. Acto seguido se produjo el choque del avión contra un cerro, y ya no me di cuenta de nada, por haber que dado privado de conocimiento, a consecuencia de los fuertes golpes que recibí en el choque. Cuando volví en mí, habían transcurrido dos horas, pues el reloj marcaba la una y media de la tarde.
Todos los pasajeros conservaban sus asientos, y estaban con vida, a excepción del señor Zúñiga, que probablemente tuvo una muerto instantánea. El piloto bajó de su asiento, y me preguntó por el estado en que me hallaba. Lo contestó por señas, pues estaba imposibilitado para hablar, por la rotura de los labios, de los que manaba abundante sangre.
El piloto y el mecánico, que se encontraban en mejores condiciones que el resto de los viajeros, se fueron en dirección al río, en busca de auxilios, y no regresaron más.
LA DESESPERACIÓN DE NO ENTENDERSE
Entre los pasajeros, habla un alemán que sufrió en la caída la fractura de un pie y una mano, a quien atendí lo mejor que pude, pero que fue agravándose por momentos, hasta que al sexto día murió, sin que pudiéramos entendernos, a pesar de todos los esfuerzos que uno y otro hacíamos, pues ni yo conozco el alemán, ni el habla el inglés ni el castellano. Tristísimas escenas de este doloroso acontecimiento, que nunca se borrarán de mi memoria. El único alimento y medicina que podía suministrarle era un poco de agua, difícilmente recogida en un vaso de papel, de la lluvia o del rocío que quedaba en los vidrios de las ventanillas, y que era también lo único con lo que yo me sustentaba.
DESPUÉS DE UNA SEMANA
Durante una semana estuve casi inmovilizado, por los fuertes golpes recibidos, hasta que al fin pude moverme, y cambiar de alojamiento, a otro lugar de la cabina, donde hice el gran hallazgo de una lata de chocolate, que me sirvió de alimento por varios días.
RUIDO DE MOTORES
Una tarde sentí ruido de motores, e inmediatamente encendí una hoguera, para que el humo diera a conocer el lugar en que me encontraba; pero la lluvia incesante, que caía a mañana y tarde, hacia inútil esta medida, que hubiera podido orientar a los que nos buscaban.
..Me decidí al fin, a abandonar el avión, donde habla pasado largos días de desesperación y angustia, y seguí el curso del río, dejando antes un aviso escrito, de la dirección que tomaba.
Ascendí por una gran loma, bajé al otro lado y vagué por las orillas del río, con mil tropiezos y contratiempos, por el espacio de dos días.
AL FIN SERES HUMANOS
Aunque nunca perdí la esperanza de salvarme, a pesar del estado de agotamiento en que me hallaba, fue grande la conmoción que experimenté, al ver de pronto, allá a lo lejos, la silueta de cuatro seres humanos. Como no tenía fuerzas para gritar, esperé el momento en que ellos se dieran cuenta de mi presencia, y les hice señas de que se acercaran. Les conté a grandes rasgos, el fatal accidente del avión, del que ellos no tenían la menor noticia, y les pedí algo que comer. Me dieron lo único que llevaban consigo, que era un pedazo de panela con lo que reaccioné un poco.
EL CADAVER DEL PILOTO
Mis nuevos compañeros me contaron, que bastante abajo, habían encontrado et cadáver de un hombre, que supuse naturalmente, que sería el del piloto o el del mecánico. Seguimos caminando, hasta el lugar indicado, y pude reconocer que era el del piloto.
LAS ÚLTIMAS ETAPAS
Mis salvadores me llevaron a su campamento, en donde me prodigaron toda clase de cuidados, y con ellos emprendí la salida al sitio de Naranjal, luego a Betania y por fin a la hacienda Garrapatas. Durante dos días, mi estómago de debilitado en extremo, no podía soportar más alimento que leche y huevos, hasta que que me sentí bastante fuerte para seguir mi viaje» El señor Marshall ha sido aquí visitado por innumerables personas y por los representantes de la prensa. CORRESPONSAL

 

Cali, 7
TIEMPO—Bogotá.
Una expedición compuesta de 25 personas salió de esta ciudad, con rumbo a Betania, con el propósito de internarse en la montaña, hasta el sitio en que se encuentra el Von Krohn, para traer el tesoro, los equipajes y los elementos servibles del aparato.
Va esta expedición por cuenta de la Scadta y a las órdenes del señor Herzhauser. Tratarán de unirse con los demás expedicionarios, que fueron despachados desde Bolívar.
El abogado de la Chocó Pacific, doctor Holguín Lloreda, habló con el señor Marshall, quien le informa que se encuentra bastante mejor, que se demorará en Pereira, hasta su completo restablecimiento.
La señora de Marshall continua todavía en el Chocó. Donde ha recibido noticias directas de su esposo, que le dan a saber el adelanto de su mejoría.
Noel Jaramillo
Se encuentra en esta ciudad el joven Noel Jaramillo, que fue uno de los que encontraron al señor Marshall cuando andaba errante por la montaña, en busca de socorro.
Cuenta Jaramillo, que en la confluencia de los ríos San Agustín y Sipí, el primero de los cuales es bastante torrentoso, encontraron él y sus compañeros el cadáver de un hombre que vestía pantalones azules, de cabello medio rubio, que reposaba sobre un pequeño barranco y que tenía el estómago y los pies destrozados por las aves de rapiña.
Supone que tanto el piloto Geck como el mecánico Jahnke perecieron al tratar de atravesar el río, donde debieron haber sufrido fuertes golpes.
Los pasajeros Zúñiga y Notz fallecieron dentro de la cabina del avión: el primero. inmediatamente después de la caída; y el segundo a los seis días en brazos de Marshall.
Hacia Pereira
El señor Marshall, acompañado del doctor Galloway, salió de Bolívar a las seis de la tarde. A tres kilómetros de Zarzal, estuvo el automóvil en que viajaban a punto de caer en una chamba llena de agua, a consecuencia de haber encontrado removido el terraplén.
La recompensa ofrecida
Me informa el doctor Holguín Lloreda, que esta esperando órdenes para hacer pagar a Jaramillo la recompensa ofrecida por la compañía Chocó-Pacífico, que tan bien ganada la tiene. Es muy posible que la citada compañía de ocupación a este valeroso joven en alguna de las dependencias de su negocio, para aprovechar las excelentes condiciones que posee como hombre de trabajo y en vista de las atenciones que prodigó al señor Marshall.
Jaramillo esperará en Cali hasta que se resuelva este asunto.
Los doctores Garcés y Holguín desistieron de su viaje a Pereira por considerarlo innecesario y regresaron anoche a esta ciudad.
Caicedo Riomaña, corresponsal.
EL TIEMPO, Viernes 6 de abril de 1934

EL ÚNICO SOBREVIVIENTE DEL VON KROHN RELATA LAS CAUSAS DEL SINIESTRO

El Sr. Marshall hizo anoche sus primeras declaraciones. Fue hallado el aparato en las cercanías del Rio Sipí. Lo descubrieron unos buscadores de tesoros
Con excepción de Marshall, los demás pasajeros perecieron. Uno de ellos en brazos del sobreviviente. Cómo fueron hallados los cadáveres. Detalles

MARSHALL ANDUVO 24 DÍAS EN LA SELVA
En las primeras horas de la madrugada del día de ayer, y después de veinticuatro días de búsqueda intenso, fue localizado el anfibio bimotor Von Krohn, de propiedad de la Scadta, perdido en un vuelo comercial de Quibdó a Medellín, cuando conducía varios pasajeros y una fuerte cantidad de oro. Las primeras noticias fueron recibidas en Bogotá en las horas del medio día de ayer, por comunicaciones dirigidas por el telegrafista jefe de la oficina de Cali al ministro de correos, doctor Alberto Pumarejo, y por los despachos telegráficos de los corresponsales de la prensa.

LOS PRIMEROS DETALLES
A las diez de la mañana de ayer tuvimos nosotros el primer informe sobre el hallazgo del Von Krohn, por medio del siguiente despacho:

Cali, 5. (Urgente de las diez de la mañana).
TIEMPO.—Bogotá.
Noticias llegadas a esta ciudad de la población de Bolívar, distante de Cali cuatro horas en automóvil, dan cuenta de que fue hollado el anfibio Von Krohn, de la Scadta, que había sufrido un accidente al volar de Quibdó a Medellín. Inmediatamente que se conoció la noticia en esta ciudad, el señor Célimo Bueno, gerente de la Scadta en Cali, pidió una comunicación con la oficina telegráfica de Bolívar, de donde se le pasó, con grandes dificultades, debido a las interrupciones, el siguiente mensaje, que les trascribo textualmente:
«El avión está en la montaña, más allá de Betania. Todos los pasajeros están muertos y despiden fetidez. Tan sólo se encontró vivo el gerente de la Chocó Pacífico, N. C. Marshall, quien fue descubierto por unos guaqueros. No puede hablar pues está muy débil.»

LAS DISTANCIAS
Inmediatamente después el señor Bueno se puso en comunicación telefónica con Bogotá, con el fin de trasmitir la noticia. Me dice en estos momentos que espera órdenes de la oficina de la Scadta en Barranquilla para trasladarse en el acto a Bolívar, población que como he dicho, dista de Cali cuatro horas en automóvil. Betania dista de Bolívar cuatro horas a caballo.
Reina enorme sensación con esto motivo. La noticia se ha difundido rápidamente en la ciudad. Informan, asimismo, que el gerente de la Chocó Pacífico, señor Marshall, llega al medio día a Bolívar, y que ha sido trasladado con enormes cuidados debido al estado de extrema debilidad en que se halla. CAICEDO RIOMAÑA. corresponsal

LA NOTICIA DEL TELEGRAFISTA
Poco después el señor ministro de correos y telégrafos recibió el siguiente informe de la oficina de Cali:
«Cali, abril 5 de 1934.”
Doctor Pumarejo—Central.
Bogotá.
«Acaba de comunicar oficialmente alcalde de Bolívar (Valle) a gobernador y comandante policía ésta: que avión Von Krohn fue localizado en río Uribe, afluente del río Sipí, hallándose como único sobreviviente N. C. Marshall, gerente compañía minera Chocó Pacifico; éste encuéntrase corregimiento Betania, estado bastante agotamiento; que aparato dizque hallase buen estado, asimismo sumas conducía, dice alcalde iba a despachar inmediatamente comisión fin custodiar dinero evitar piérdase; informa indios guaqueros encontráronlo, condujéronlo corregimiento aludido. S. Gonzalo Jardín, Jefe.»

EL COMUNICADO DE LA SCADTA
Después del medio día la oficina de la Scadta en Bogotá suministró a la prensa el siguiente comunicado:
«Noticias recibidas del alcalde de Bolívar, Valle, y transmitidas por éste al gobernador del Valle, dan cuanta que el avión Von Krohn fue localizado por unos indios guaqueros en las montañas, mas allá de Betania, sobre el río Uribe, afluente del Sipí, hallándose como único sobreviviente al pasajero señor N. C. Marshall, gerente de la Compañía Minera Chocó-Pacífico quien dicen está llegando en estos momentos a Bolívar, Valle.
La Scadta Inmediatamente despachó de Bogotá su avión Fokker que puedo aterrizar en las cercanías de Bolívar, con dos (2) empleados para que se trasladen inmediatamente al sitio en donde se encuentra el avión Von Krohn. El avión Fokker permanecerá en Bolívar a la disposición del señor Marshall y de un módico y de una enfermera, quienes ya salieron de Cali en automóvil a Bolívar a fin de atender en seguida al pasajero señor Marshall, quien dicen se encuentra en estado de suma debilidad y no puede hablar.
Según conceptúe el médico, el señor Marshall será trasladado por avión a Cali ó Bogotá. Esperamos poder dar Informes más precisos sobre el particular en el curso de esta tarde o a más tardar en las primeras horas de la mañana.»

SE ENVÍAN AUXILIOS
Cerca de la una de la tarde recibimos un nuevo despacho de nuestro corresponsal en Cali. Es el siguiente:
Cali. 5. TIEMPO—
Bogotá.
En estos momentos se hacen los preparativos para que se trasladen a Bolívar, en este departamento, varios profesionales qua llevan el encargo de salvar la vida del señor Marshall, gerente de la compañía Chocó Pacifico. El doctor Alberto Holguín Lloreda verifica las últimas diligencias con grande actividad, con el fin de salir dentro de breves momentos en asocio del médico Luis H. Garcés, jefe de la clínica del mismo nombre, de otro médico y de varios ayudante contratados especialmente por el doctor Holguín Lloreda. Viajan, además, un enfermero y una enfermera de la clínica Garcés. Conducen también todos los elementos y medicinas de urgencia que necesitan para el traslado del señor Marshall. En el mismo automóvil viajarán con los médicos, el abogado doctor Holguín, y el señor Célimo Bueno, gerente de la Scadta.

QUIENES CONDUCEN A MARSHALL
El doctor Holguín Lloreda ha dado órdenes terminantes al alcalde de Bolívar para que se proceda con sumo cuidado en el traslado del señor Marshall, pues ha dicho que es urgente que el viaje se haga lentamente desde Betania hasta Bolívar, con el fin de evitar serias complicaciones. Ha aconsejado, además, que se tengan muchas precauciones en el alimento que se dé al señor Marshall.
Se me informa que varios peones conducen en estos momentos al señor Marshall usando una parihuela con el fin de no maltratarlo. Deben llegar a la población de Bolívar entre las diez y las doce de la noche de hoy.

LAS ATENCIONES
El señor Célimo Bueno viaja con el objeto de prestar ni señor Marshall las atenciones del caso y disponer, si así lo aconsejan los médicos, que uno de los aviones de la Scadta se traslade desde Barranquilla al sitio de la catástrofe o sus cercanías, a fin de que el señor Marshall sea traído a Cali, en donde se le prestarán las atenciones que requiere su estado de extrema debilidad.

QUIENES LO ENCONTRARON
El alcalde de Bolívar, en telegrama dirigido ni gobernador del departamento, informa que los guaqueros (buscadores de guacas o tesoros indígenas) que encontraron al señor Marshall, fueron Jesús Ocampo, R. Echeverri, Justo Arias y otros. Es entendido que estos trabajadores recibirán los premios ofrecidos y que son el cuarenta por ciento de los tesoros que llevaba el Von Krohn, pertenecientes a la Chocó Pacífico más la gratificación de seis mil pesos ofrecida por la Scadta.

EL ESTADO DEL AVION
Se nos informa que el avión se encuentra en buen estado, y que el tesoro que conducía esta intacto. Se están tomando las medidas del caso para recoger los cadáveres que se hallan en completo estado de putrefacción en las montañas de Betania, para lo cual se despachará una comisión especial desde Bolívar, a órdenes del alcalde. Seguiré Informando. CAICEDO RIOMAÑA, corresponsal.

NUEVOS DETALLES
En las horas de la tarde de ayer recibió el ministerio de correos el siguiente comunicado:
«Cali, abril 5 de 1034.
Doctor Pumarejo.—Central.
Bogotá.
Según informes últimos de telegrafista Bolívar (Valle) son los mismos comuniquéles antes, dice además, señor Marshall no puede casi hablar motivo extremado agotamiento encuéntrase, fue hallado por unos indios guaqueros quienes trajéronlo a corregimiento Betania. Lugar donde encuéntrase avión, dista unos tres días del corregimiento: los indios Reinaldo Echeverri, Justo Arlas, Jesús Ocampo, Noel Jaramillo y Alejandro Arango fueron quieren encontráronlo en una selva, muy refundido, dicen carga sus papeles, tarjetas, pasaportes, puso un telegrama para el Chocó, resto excursionista quedáronse cuidando el avión y dinero. Servidor,
Jordán, Jefe»

EL ESTADO DEL SR. MARSHALL
Cali, 5
TIEMPO.—Bogotá.
En nuevas comunicaciones dirigidas a la gobernación de este departamento, el alcalde de Bolívar Informa que a las tres de la madrugada de hoy llegó un posta a esa población, trayendo un mensaje del señor Marshall para Itsmina. Informan que los indios que lo encontraron tuvieron que darle la mano para que pudiera caminar, pues el estado de agotamiento en que se hallaba no se lo permitía.
Agrega el posta que el señor Marshall se halló aproximadamente a una legua distante del aparato, tanto por la fetidez de los cadáveres como porque estaba buscando una vía o un sitio poblado con el fin de ponerse en contacto con alguien que pudiera auxiliarlo.
Las mismas comunicaciones, dan cuenta de que el posta, que uno de los guaqueros que encontraron el Von Krohn, manifiesta además que tanto el aparato como el señor Marshall fueron descubiertos por los guaqueros cuyos nombres les he comunicado, quienes desde hacia algunos días se habían internado en la selva y andaban buscando tesoros, pues es fama que en aquella región existen grandes tesoros abandonados por los indígenas. El señor Marshall se hallaba muy adentro de la montaña. Su traje de ciudad estaba completamente despedazado, aunque conservaba algunos bolsillos, donde guardaba su pasaporte, documentos y papeles que lo acreditaban perfectamente como el gerente de la Chocó Pacifico. Se hallaba en un estado de agotamiento tal que los excursionistas tuvieron que ayudarlo para que pudiera caminar. Solamente pudo hacerles algunas señales que los guaqueros lograron comprender, pues apenas si se le entendía una palabra.

DOS COMISIONES
Se me informa igualmente que los excursionistas que encontraron al señor Marshall. en vista del agotamiento en que se hallaba, le ofrecieron algunos alimentos, de los que llevaban como provisiones para la vida en la selva. Así pudo reaccionar un poco el señor Marshall, y pronunciar algunas palabras. Indicó que en el río Uribe, afluente del Sipí, se hallaba el avión junto con los cadáveres y el oro que transportaban. Atendiendo las indicaciones del gerente de la Chocó Pacífico, los guaqueros se distribuyeron en dos comisiones: unos se encargaron de conducirlo a Betania, sitio cercano y los demás se quedaron cuidando el avión. En esta forma lograron llevar al señor Marshall hasta el sitio poblado mas próximo al lugar en que cayó el aparato. El señor Marshall estaba completamente agotado pues se comprendía, según indica el posta, que se había venido alimentando con frutas, hojas y peces cogidos en el río Uribe. Pero que en el momento de encontrarlo yo le faltaban las fuerzas.

EL CADAVER DEL PILOTO
Nuevas informaciones obtenidas en esta ciudad dan cuenta de que otro de los cadáveres, que se supone es el del piloto señor Walter Geck, fue hallado en las orillas del río Uribe. Consideran que este cadáver corresponde al del aviador por las señales encontradas en su vestido. Además, el cadáver aparece con una linterna en una mano y una pistola en la otra. El estado de descomposición del cadáver les impidió acercarse bien para identificarlo.
A última hora se informa que el señor Marshall llegará a Bolívar esta noche o en las primeras horas de la mañana, pues como lo he dicho, de Bolívar a Betania hay más o menos cuatro horas de camino, y de Betania al lugar del siniestro hay tres días de camino por una montaña espesa. Se me ha confirmado la noticia en el sentido de que el dinero que conducía el avión está intacto. CAICEDO RIOMAÑA, corresponsal.

LAS CAUSAS DEL ACCIDENTE
Hasta el momento en que escribimos estas líneas no hemos recibido nuevas informaciones sobre la suerte que haya corrido la expedición que conduce al señor Marshall del sitio del siniestro a Bolívar, la única población cercana que tiene oficina telegráfica. Por esto motivo no ha sido posible saber si el señor Marshall se encuentra ya en condiciones de suministrar informes sobre las causas que determinaron el accidente, pues como se recordara, el Von Krohn hizo el viaje sin contratiempos de Buenaventura a Quibdó, donde descendió un señor González que viajaba a Medellín. Pocas horas después de salir de Quibdó, las oficinas de radio no recibieron más comunicaciones del radiotelegrafista del bimotor, comprobándose después que el aparato habla sufrido un accidente por no haber llegado al sitio de destino.
De tal manera que no es posible todavía suministrar datos completos sobre las causas del siniestro, aunque las versiones mas aceptables hicieron creer en una falla de los motores que obligó al piloto a buscar un sitio apropiado para un aterrizaje o acuatizaje de emergencia. Y como considerara que el río Uribe, afluente del Sipí, tenia capacidad para el acuatizaje, el aviador se precipitó sobre las aguas del citado río, resultando heridos todos los pasajeros y tripulantes. Mas como cayeran en un sitio distante muchos kilómetros de los centros poblados les fue imposible salir de la montaña y algunos de ellos perecieron por falta de una curación oportuna de las heridas que recibieron. Así se desprende de las comunicaciones anteriores a los detalles conocidos ayer, y en las cuales se daba cuenta de que uno de los pasajeros anduvo por las orillas del Sipí, buscando sitios poblados en demanda de auxilio para él y sus compañeros.

LA SCADTA DESPACHA UN AVION
En la noche de ayer uno de nuestros redactores conversó brevemente con varios de los altos empleados de la Scadta en Bogotá. Nos manifestaron que hasta esa hora no tenían ninguna noticia nueva sobre el curso de la expedición que conduce al señor Marshall, pues debido a la distancia que hay del sitio en donde fue hallado hasta la población de Bolívar, donde existe oficina de telégrafos, no será posible obtener nuevas informaciones hasta el día de hoy.
Sin embargo, nos manifiestan que a las dos de la tarde de hoy despacharon de esta ciudad, con dirección a Cartago, uno de los aviones de la Scadta, piloteado por el aviador Thom, quien lleva el encargo de hacer algunas exploraciones sobre el terreno en que fue localizado el Von Krohn y buscar la manera de aterrizar o acuatizar en un sitio cercano. En Cartago o Cali decidirán sobre el traslado en avión del señor Marshall a Bogotá.

QUIENES SON LAS VICTIMAS
Como se desprende de las informaciones anteriores, son tres las víctimas en el siniestro del Von Krohn: el piloto Walter Geck, uno de los más expertos aviadores al servicio de la Scadta, quien había hecho el mayor recorrido, después del mayor Boy, en Colombia; el señor E. Jahnke, mecánico y radiotelegrafista del bimotor, y el señor Julio César Zúñiga Ángel, uno de los pasaderos, nacido en Quibdó en el año de 1882. Era hijo de don Gonzalo Zúñiga, natural de Popayán, y de doña Felicia Ángel de Zúñiga, distinguida dama de Quibdó. Hizo estudios de comercio en Estados Unidos, de donde regresó al país después de obtener su grado. Fue capitán de puerto de Barranquilla durante largo tiempo, En 1923 contrajo allí matrimonio con la señora doña Josefina Conde de Zúñiga. En Quibdó, donde residía últimamente, desempeñó cargos de importancia, pues en repetidas ocasiones fue miembro del consejo municipal, miembro del consejo administrativo de la Intendencia del Chocó, administrador general del tesoro de la misma, profesor de varias asignaturas en el colegio Carrasquilla y alcalde de Quibdó, donde fundó la primera planta de hielo que ha venido funcionando y estableció el primer salón de espectáculos en la capital de la Intendencia. Tenía varios hermanos, entre ellos los señores Gonzalo e Ibrahian Zúñiga y doña Felicia Zúñiga de Rey. Su trágica desaparición cubre de luto muy respetables hogares de la Intendencia del Chocó.

EN BUSCA DEL VON KROHN
Bolívar, Valle, 5.
TIEMPO.—Bogotá.
Acaban de salir para Betania el doctor Galloway, notable módico americano especialista en enfermedades de la cabeza, residente normalmente en Pereira, y dos alemanes de la Scadta, con un equipo de radio para trasmitir las noticias desde la montaña cuando lleguen al lugar en donde se encuentra el Von Krohn.

HOY LLEGARA MARSHALL A BOLÍVAR
A última hora se informa que el señor Marshall y sus compañeros no llegarán a esta población sino hasta hoy en las horas de la mañana. Con este motivo reina enorme expectativa. CAICEDO RIOMAÑA, corresponsal.

NUESTRO CORRESPONSAL EN BOLIVAR
Bolívar, Valle, 5.
TIEMPO.—Bogotá.
En esto momento acabo de llegar de Cali. Las noticias procedentes de Betania, corregimiento de este municipio, dan cuenta de que los guaqueros Reinaldo Echeverri, Justo Arias, Jesús Ocampo, Noel Jaramillo, Darío Moreno y Alejandro Arango encontraron cerca del río Uribe, afluente del Sipí, errabundo por la montaña y completamente extenuado, al señor Marshall, quien desde hace ocho días apenas puedo pronunciar palabra. Los guaqueros lo atendieron en una tolda de campaña donde ellos estaban instalados y luego lo trajeron, con todos los cuidados necesarios, al corregimiento de Betania, a donde llegaron en las últimas horas de antenoche, con el equipaje y el oro que llevaba el avión, todo lo cual encontraron en el sitio en donde cayó el aparato. Estos mismos guaqueros fueron los que hace algunos días encontraron un cadáver, que pareció ser en un principio el del piloto Walter Geck.

LA NOTICIA DEL SALVAMENTO
El señor Marshall, al llegar a Betania, envió una tarjeta al alcalde de esta población dándole aviso de que él era el gerente de la Chocó-Pacífico. El alcalde comunicó inmediatamente a la gerencia de la compañía en el Chocó la noticia del providencial salvamento del señor Marshall.

EL CADAVER DEL PILOTO
Los guaqueros informan que debido a la fetidez de los cadáveres que había en las proximidades del aparato no pudieron acercarse a ellos, pero que si alcanzaron a ver al piloto con lámpara y una pistola en las manos.

PRIMERAS DECLARACIONES
El señor Marshall informa que debido a la neblina, el avión tropezó contra una de las cuchillas de la montaña y se precipitó luego contra el suelo, quedando muerto instantáneamente uno de sus compañeros. El otro, que lo sobrevivió algunas horas, murió en sus brazos.

LLEGA UN AVION
Hoy, a las cuatro de la tarde aterrizó en Cartago el avión Bogotá. procedente de esa capital. El aparato voló sobre la población de Bolívar, pero no encontró campo propicio para aterrizar, por lo cual se vio obligado a descender en Cartago, de donde vinieron los pasajeros a Zarzal y de ahí a esta población.
En estos momentos converso con los ocupantes del aparato piloto Thom, médico Klein y su acompañante Fellner, quienes salen esta misma noche para Betania, con el fin de atender al señor Marshall, quien presenta serias heridas, especialmente en la cabeza.

DONDE ESTÁ EL VON KROHN
El alcalde de esta población despacho desde las cuatro de la madrugada una comisión de la policía departamental acantonada en Bolívar, la cual salió caballo. Betania dista de Bolívar 80 kilómetros aproximadamente y desde este corregimiento hasta el lugar en donde está el von Krohn hay ocho días a pie, por entre la montaña, donde no hay trochas y las cuestas son muy penosa.

LA LLEGADA A BOLIVAR.
El comandante Zuluaga Uribe, de la policía departamento, también se encuentra en esta población procedente de Cali. Se cree que las comisiones enviadas a traer al señor Marshall y los guaqueros que lo encontraron llegarían aquí esta noche en las primeras horas del amanecer. Lo traen en una silla especial. CAICEDO RIOMAÑA, corresponsal.

HABLAN LOS GUAQUEROS
Bolívar. 5,
TIEMPO.—Bogotá.
Refiere el guaquero Echeverri que salió con sus compañero de Betania con dirección a la montañas el día lunes 12 de marzo, dos días después de la catástrofe del Von Krohn, y que después de nueve días de vivir en la divisaron un espectro humano que les hacía señas. Alistaron ellos las armas para dispararle creyendo que se trataba de alguna aparición miedosa y entonces el espectro hizo nuevas señas pidiéndoles que no lo mataran.
Mr. Marshall que no era otro el espectro, cayó poco después desmayado a tierra. Los guaqueros llegaron a él, le ayudaron y le dieron algunos alimentos. Marshall reaccionó un tanto para desmayarse nuevamente y luego, restablecido, les contó que era una de las víctimas del siniestro del Von Krohn, y les indicó dónde estaba localizado el aparato, pero reservándose darles aviso sobre el tesoro.
Cuatro guaqueros se dirigieron entonces a custodiar el aparato, dos condujeron a Marshall hasta Betania y otro de ellos se encaminó a Bolívar portando una tarjeta, toda untada de sangre, en la cual Marshall explicaba al alcalde de esa población que era gerente de la Chocó Pacífico y el único sobreviviente de la tragedia del Von Krohn.

SE ORGANIZAN LAS EXPEDICIONES
El alcalde de Bolívar, Carlos García, con actividad admirable, organizó entonces las expediciones en cuyo trabajo fue secundado por todos los habitantes de la citada ciudad. CAICEDO RIOMAÑA, corresponsal.

Bolívar, 5
TIEMPO.—Bogotá.
Acaban de llegar de Cali el abogado de la Chocó Pacífico, doctor Holguín Lloreda, el doctor Garcés, médico, y la enfermera graduada señorita Lily Hall. Esta noche seguirán rumbo a Betania, para donde saldrán a las once de la noche a caballo, acompañados de otras seis personas. Llevan equipajes y toda clase de medicinas e instrumental de cirugía. Se calcula que llegar Betania en las primeras horas del día. En estos momentos el doctor Holguín Lloreda dirigió un telegrama a la señora Marshall, quien residen en Andagoya, Chocó con el fin de comunicarle todos los sucesos. CAICEDO RIOMAÑA, corresponsal.

Bolívar, 5
TIEMPO.—Bogotá.
EN estos momentos, las once de la noche, salen por la vía de Naranjal, rumbo a Betania, los últimos excursionistas, doctores Holguín Lloreda, Garcés y algunas otras personas: en total nueve viajeros. También llevan una carga de medicinas. Llegarán a Betania a las seis de la mañana.
Reina una gran sensación por la llegada del señor Marshall y el resto de la comitiva, lo que sucederá en las primeras horas de la tarde, según las últimas noticias recibidas. CAICEDO RIOMAÑA, corresponsal.

A-18 ‘Cúcuta’ – ‘Huila’ – PF ‘202’

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A-18 Junkers F.13

El Junkers F.13 con la orden de fabricación 543 de 1921 de la fábrica Junkers, fue vendido en principio a la Lloyd Ostflug
En 1924 fue adquirido por la SCADTA asignándosele la matrícula A-18 y se le bautizó con el nombre de ‘Huila’.
En 1925 fue transferido a la COSADA (Compañía  Santandereana de Aviación) una subsidiaria de la SCADTA, y se bautizó de nuevo como ‘Cúcuta’.
Luego de varios años de operación y muchas horas de vuelo, y un accidente que lo dejó seriamente dañado, fue modernizado como se puede ver en las fotos y en las notas del ingeniero de la Scadta Guillermo Schnurbusch. Cuando el avión llegó a sus 10 años de operación,  fue destinado a Flandes, donde realizaba cortos vuelos suplementarios.
Cuando estalló el conflicto con el Perú en 1932, y ante la necesidad urgente de aviones por parte de la Patrulla Aérea, la compañía SCADTA lo llevó de nuevo a su base de Veranillo en Barranquilla, donde fue acondicionado como un avión de guerra, adicionándole una ametralladora y algunas modificaciones en su fuselaje..
Cuando el avión estuvo listo fue vendido al gobierno para ser utilizado en su fuerza aérea, conocida como Patrulla de Fronteras (PF). Se le conoció como el 202 y también lo llamaban “la vaca”.

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En este avión se realizaron infinidad de vuelos hacia el sur, dando soporte a las tropas en el extremo sur del país, en regiones en las que era casi imposible llegar de otra forma que muchos días de camino por las selvas.
Fueron muchas las misiones importantes que se realizaron en este avión, hasta el punto que se había predispuesto que sería colocado en el Museo Militar. Sin embargo la fatalidad no permitió esto, puesto el avión se accidentó el 21 de Mayo de 1933 ya en los finales del conflicto Peruano, accidente en el que murió el teniente Heriberto Gil Martinez y los otros cuatro ocupantes del avión.

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Publicidad de Scadta en 1933

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publicidad 1933

La siguiente es una publicidad de la SCADTA publicada en 1931, refiriéndose a Barranquilla, conocida en ese entonces como “Pórtico Dorado de la República”.

BarranaquillaGateway-sm

Documento extractado del libro “SCADTA POR SCADTA” de los autores Carlos Valenzuela Acosta y Manuel Arango Echeverri

Acuerdo entre PAA y Scadta 1931

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“De la Serie: Archivos confidenciales PAA”

Historias secretas
ACUERDOS PARA LA COMPRA DE ACCIONES EJECUTADOS
ENTRE PAN AMERICAN AIRWAYS Y EL DR. P. P. BAUER

Febrero 18, 1930                                  Enero 19, 1931

Enero 30, 1931

Acuerdo realizado este 18 del mes de Febrero de 1930, entre la Aviation Corporation of the American ( Una corporación de Delaware, que de aquí en adelante llamaremos Aviation), y el Dr. Peter P. von Bauer (que en adelante llamaremos Von Bauer), con referencia a la Sociedad Colombo-Alemana de Transportes Aéreos (Una Corporation Colombiana, comúnmente conocida y que de aquí en adelante llamaremos Scadta.Von Bauer es dueño o tiene entre sus opciones 12,000 acciones de Scadta. Las partes han acordado un plan para la adquisición de estas acciones y algunas acciones adicionales de Aviation, para el Adelanto de créditos para Scadta, y para una estrecha asociación de estas empresas de Scadta y Aviation y sus compañías subsidiarias en la que tengan una participación accionaria por encima del cincuenta por ciento.

I. Von Bauer hace las siguientes aclaraciones y garantías, sobre cada una de las cuales se supone que Aviation ha dependido para entrar y realizar este acuerdo:

(a) Scadta es una corporación debidamente organizada y existente bajo las leyes de la República de Colombia, con su domicilio legal en Barranquilla. Su capital autorizado esta compuesto por 20,000 acciones con un valor nominal de 20 pesos oro colombianos por acción (acciones con derecho a voto), todas las cuales están corrientes, totalmente pagadas y no-gravables, y de 10,000 acciones con un valor nominal de 20 pesos oro colombianos por acción (acciones sin derecho a voto), ninguna de las cuales han sido emitidas. De las 20,000 acciones con derecho a voto, 12,000 son propiedad de von Bauer, ( o serán propiedad de Von Bauer bajo las opciones a las que actualmente tiene derecho), libre y limpias de ningún embargo o promesa u otros gravámenes o reclamos de cualquiera otra persona. No habrá cambio de las acciones corrientes de Scadta o de sus estatutos o reglamentos antes del 3 de marzo de 1931, a menos que haya una aprobación escrita por parte de Aviation.(b) Scadta está debidamente autorizada, por sus estatutos para operar y está comprometida ahora en el negocio del transporte aéreo, pasajeros y carga entre Ecuador y Colombia y La Zona del Canal, y en el interior de Colombia, tales operaciones están cobijadas por concesiones otorgadas a Scadta por el Gobierno Colombiano, con caducidad en 1942. Bajo tal concesión Scadta goza del derecho de operar como un servicio aéreo semi-oficial, de emitir sus propias estampillas y de operar oficinas de correo y agencias, llevar pasajeros, tomar fotografías aéreas y hacer mapas. Los términos de tal concesión son suficientes para la conducción de los negocios de Scadta entre los sitios anteriores y tal concesión no contiene estipulación alguna que requiera el gasto de algún dinero, que no sean sumas menores, como servicios de inspección y similares, bajo las cuales se opera.

(c) Los principales patrimonios de Scadta consisten en los siguientes, todos los cuales pertenecen a scadta directamente, libre y limpia de de todo embargo, gravamen u otros cargos :

Informe Scadta 1929

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Documento con el Informe de la “Sociedad Colombo-Alemana de Transportes Aéreos” (SCADTA), presentado a la Asamblea General de Socios el 28 de febrero de 1930,  correspondiente al ejercicio del año de 1929.
En este informe se puede ver los resultados de las operaciones de SCADTA al cumplir su décimo aniversario de fundación.

1929 Informe SCADTA by Mauricio Umana on Scribd

1929 mayo 15 accidente del “Chocó”

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C-30 'Chocó' Junkers F13

Accidente del “Chocó” en Girardot.

MAYO 15, 1929
Publicado en las ediciones del 16 y el 18 de mayo de 1929

Junkers F.13 “Chocó”

El accidente en Girardo:

El día miércoles 15 de mayo de 1929 durante la operación de despegue en el rio Magdalena en la población de Girardot, el Junkers F.13 bautizado con el nombre de “Chocó” de la compañía SCADTA, sufrió un grave daño al rompérsele uno de los flotadores que cercenado al ser alcanzado por la hélice, dejando el hidroavión a merced de las corrientes del rio Magdalena y a punto de sumergirse.
A continuación transcribimos el relato de uno de los sobrevivientes, dos días después del accidente en que murió ahogado uno de los pasajeros.

EL TIEMPO, Sábado, Mayo 18 – 1929 

 

EL DRAMÁTICO HUNDIMIENTO DEL HIDROAVIÓN ‘CHOCÓ’

UN SALVAMENTO MILAGROSO

El señor Rampoll, uno de los sobrevivientes, hace para EL TIEMPO un sensacional relato de todos los incidentes.

En el tren de anoche llegó a esta ciudad, procedente de Girardot, el joven alemán señor Rampoll, uno de los náufragos sobrevivientes del avión “Chocó”. Uno de nuestros redactores obtuvo de él la siguiente sensacional relación de todos los incidentes que rodearon y siguieron al siniestro en que perdió la vida el estimable caballero señor Juan de J. Gutiérrez. El relato del señor Rampoll esté lleno de los más interesantes detalles y muestra como el resto de los pasajeros del avión y los mismos pilotos se salvaron milagrosamente de una muerte casi segura.
Encontramos al señor Rampoll en su habitación del Hotel Ritz, en compañía de una media docena de alegres muchachos de nacionalidad americana. El señor Rampoll tiene próximamente 25 años. Al hacernos la relación de las peripecias que le tocó sufrir parece como si relatara con cierto entusiasmo una verdadera hazaña deportiva. El viaje que le tocó hacer de Girardot a Bogotá parece como si ni siquiera le hubiera causado cansancio y rebela la exuberancia de vida y de alegría, que nadie pudiera decir que acaba de librarse milagrosamente de una muerte segura. Nuestra visita la recibió con amable gentileza y la conversación inmediatamente versó sobre el siniestro del avión “Chocó”.
—Las relaciones que dan los diarios carecen de algunos detalles que yo tengo mucho gusto en suministrarlas. Ustedes sabrán dispensar el mal castellano que hablo y la dificultad con que me hago entender. 

 

Los pasajeros del avión
A eso de las tres y media o poco más nos embarcamos en el avión “Chocó” llevando todos la mayor seguridad en el viaje. Terminados los preparativos preliminares la máquina principió a deslizarse a lo largo del rio. Al llegar al puente iba a verificarse la ascensión, cuando avistamos el vapor “Chicamocha” que subía, y tras de una rápida consulta de los pilotos entre si convinieron en que no había espacio ni tiempo para hacer la ascensión sin peligro. En consecuencia determinaron dirigir la máquina hacia una playa que hay en la ribera izquierda del río y esperar a que pasara el vapor. La operación se hizo con toda regularidad y precisión. Anclamos y yo tuve tiempo de descender de la cabina y tomar algunas vistas de las personas que había en la playa.

El oleaje no fue la causa del siniestro
Cuando el vapor estaba ya en el puerto donde debía anclar y se preparaba a verificar estas maniobras, y cuando ya las aguas del rio estaban perfectamente quietas y no había el menor riesgo porque el más mínimo oleaje se había acabado, los pilotos determinaron emprender de nuevo el viaje. Al efecto se inició la operación como es común y corriente para verificar la ascensión. Cuando ésta iba a realizarse ya por segunda vez, notamos que los pequeños saltos que daba la máquina al desprenderse del agua era más fuertes que de ordinario. Y era de ver la habilidad de los conductores del avión, que apagaban y encendía con una rapidez increíble el motor, según los manifestaciones de que hablo. Uno de esos golpes contra el agua determinó que el flotador se doblara y la hélice del hidroavión, al chocar contra dicho flotador, se partiera en dos pedazos, exactamente como cuando se corta una tajada de queso. Esto determinó que la nave comenzara a hundirse de la parte delantera y de un lado. Inmediatamente que vimos esto, yo que estaba al lado de la puerta de la cabina y uno de los pilotos, ya apagado el motor, nos subimos sobre el ala contraria al lado en que se estaba hundiendo con el objeto de establecer equilibrio. El avión trató de ponerse en posición normal, pero en breves momentos volvió a hundirse. El resto de los pasajeros, que vieron también el peligro, se salieron de la cabina y se colocaron del lado contrario al que estaba hundido en el agua. Así anduvimos un buen espacio llevados por la corriente y la máquina siempre hundiéndose de cabeza, en medio de la angustia y la desesperación ele los pasajeros.

El momento fatal
Hubo un momento en que el peso de la máquina y el del agua que le había entrado hicieron que ésta diera por completo el volantín y esto determinó que el señor Gutiérrez y yo que nos encontrábamos muy cerca el uno del otro, cayéramos al agua. Yo, como buen nadador, me di a ganar inmediatamente la orilla más cercana, luchando, como era natural, contra la corriente. El señor Gutiérrez, que era también un excelente nadador, me siguió muy de cerca, y ambos íbamos muy bien, pero a poco comprendimos que era muy difícil ganar la orilla, que todavía quedaba muy distante y que nada ganaríamos con llegar a ella, porque no había playa, sino que la ribera estaba formada por empinadas rocas, en donde era muy difícil que nadie se pudiera agarrar. Este momento para mi fue de mucha angustia, porque estaba ya algo cansado, pero viendo que la máquina iba a la deriva, flotando entre las aguas y a no mucha velocidad, pensé que siguiendo el curso de la corriente podría muy bien alcanzarla, porque la máquina marcharía a menor velocidad, simplemente flotando que yo nadando, e impulsado por la corriente. Entonces torcí la ruta que llevaba, di media vuelta y le grité a mi compañero que alcanzáramos la máquina.
El señor Gutiérrez comprendió la maniobra y siguió mi consejo. Así íbamos muy bien. Pero como yo nado bastante bien, alcancé a adelantarme cerca de veinte metros al señor Gutiérrez, quien, sin embargo, venía nadando detrás de mí perfectamente y sin que diera demostraciones de cansancio. De pronto, cuando ya estábamos relativamente a corta distancia del avión, oí un grito detrás, que dijo: “Me ahogo!” Volví a mirar y vi que el señor Gutiérrez venia nadando. Le animé a que hiciera un esfuerzo para alcanzar la máquina en donde podríamos tomar descanso agarrándonos a las alas u a otra parte cualquiera y aun pretendí devolverme para ayudarle, pero comprendí que sería imposible y con buen acuerdo decidí por alcanzar el avión. Unos pocos metros más adelante, cuando yo ya muy cansado llegué al hidroavión y tomé seguridad, pude volver a mirar y me encontré con que el señor Gutiérrez ya no venía tras de mí. Había desaparecido tragado por el agua.

Cómo se salvaron los otros pasajeros
Inmediatamente que estuve en salvo, mi primer cuidado fue el de dar cuenta a los pilotos de lo que posiblemente le había ocurrido al señor Gutiérrez, a fin de ver la manera de no alarmar a los demás pasajeros. Estos, afortunadamente, aun cuando con mucha angustia, iban seguros hasta donde es posible.
Según supe después, cuando la máquina dio el bote, la señora del señor Pardo Dávila, que llevaba en brazos a su hijito de dos años de edad, cayó al agua, yéndose de para atrás. Uno de los pilotos que estaba sobre la misma ala en donde se había colocado para hacer que la máquina guardara el mayor equilibrio posible, también cayó. La señora, afortunadamente, cayó en brazos del piloto, con su hijito, que no quiso abandonar ni soltar un solo instante. El piloto, que es un habilísimo nadador, pudo coger a la señora y asegurarla, mientras con la otra mano se asió fuertemente a un pedazo de tronco y así continuó también a la deriva, mientras la misma corriente los llevó cerca de la máquina y el piloto se agarró a la máquina flotante. Es de notar tanto el valor y pericia del piloto, como la serenidad de la señora, que fue lo único que pudo salvarlos en semejante trance.
Cuento al señor Pardo, la manera como se salvó, él que era quizá uno de los más impresionados especialmente por la suerte que hubiera podido correr los suyos, fue sencillamente providencial. Cuando los pilotos notaron el daño que tenía la nave, uno de sus primeros cuidados fue botar el ancla para ver si podían sujetar el hidroavión. La corriente era en aquella parte muy fuerte y por esta razón el cable del ancla se reventó. Al momento de caer al agua el señor Pardo, se asió al pedazo de cable que quedaba y en esta forma pudo seguir, como nosotros, el curso de la corriente.

Una canoa salvadora
Mientras tanto, una canoa particular de algunos pescadores qua presenciaron el siniestro, corrieron detrás de nosotros y nos dieron alcance como unos cuatro kilómetros adelante de Girardot y del puente. Inmediatamente se dispuso que la familia del señor Pardo se embarcara allí, y yo con ellos. Los pilotos prefirieron seguir flotando con la nave rio abajo hasta ver cuál era la suerte del avión, que no quisieron abandonar a pesar de nuestras instancias.
En el lugar en donde los náufragos tomamos la canoa pudimos divisar una playa a corta distancia en la ribera del río, que pertenece al departamento de Cundinamarca, y hacia ese lado hicimos encaminar la embarcación. Su conductor nos proponía que subiéramos en ella el río hasta Girardot, lo que haría en el curso de hora y media, pero el señor Pardo estaba muy nervioso y prefirió que ganáramos la orilla, y así se hizo. Estábamos allí discurriendo sobre lo que debíamos hacer cuando un hombrecito nos gritó de la orilla opuesta que atravesáramos el río en la canoa para llegar allá y él nos conduciría por un camino corto muy pronto a Flandes. Lo hicimos en esa forma y allí pudo cambiarse el señor Pardo algunas prendas de vestir y todos, caminando a pie durante algo más de una hora, pudimos llegar a Flandes, en donde fue fácil tomar una máquina que nos condujo al hotel.
El salvamento de los pilotos
Los pilotos del “Chocó” habían seguido sobre la máquina llevando el curso del río. Cuando llegó a Girardot el hidroavión que venía de la Costa no nos pudo divisar. En los hangares supo la desgracia que habla ocurrido y llenando la máquina nuevamente de gasolina emprendió la búsqueda a lo largo del rio, volando muy bajito. Pero como ésta iba bastante consumida no alcanzó a divisarla. Nosotros pudimos verla que iba bastante despacio y a corta altura, pero ellos no nos divisaron. Por lo que después supe, al avión lo recogió bastante más abajo el vapor “Urabá”, que lo trajo a remolque nuevamente al hangar. Naturalmente, toda la cola horriblemente destrozada y la máquina inservible, a causa de los golpes de la corriente.
Me parece que sería de elemental justicia anotar el valor y la sangre fría, la serenidad de los pilotos del “Chocó”, esa disciplina militar, que a semejanza de los capitanes de grandes barcos trasatlánticos, prefieren seguir la suerte de sus embarcaciones antes que verlas perdidas y salvarse ellos.
Hemos conversado cerca de una hora con el simpático sobreviviente de este lamentable siniestro que justamente ha causado consternación en el público, y nos despedimos felicitándolo por haber salido tan bien librado de semejante emergencia. Nuestro interlocutor sonríe amablemente y parece muy contento, tan contento como después de haber ganado un buen campeonato en cualquier sport arriesgado.

Ruta de Correo Florida-Panamá

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El siguiente reportaje fue publicado en la segunda página del diario “The Milwaukee Sentinel” el 15 de Octubre de 1925, con un encabezado de página completa, y texto en una sola columna al lado izquierdo.
Tiene este reportaje un gran significado por el momento histórico que se vivía, en donde los oficiales del servicio aéreo del ejército, estaban empeñados en crear una aviación civil, que se encargara del manejo del correo aérea por Centro y Sur América.
Aunque como se ve en el reportaje, ya el Director General del la Oficina Postal Americana, había reportado la no factibilidad de dicha empresa por la falta de rentabilidad de la misma.
Ello llevó a Peter Paul von Bauer a crear una compañía subsidiaria de Scadta, que se presentara a solicitar la adjudicación del contrato de transporte del correo por la ruta de Florida a Panamá.
Para ello organizó una ruta de exploración que partió desde Barranquilla el 10 de agosto de 1925, en dos aviones Dornier Do J Wal (el “Atlántico” y el “Pacífico”) recorriendo todos los países de América Central, visitando los Jefes de Estado y altas personalidades, en un viaje cargado de diplomacia y de exploración. Los aviones llegaron a la Habana, Cuba el 23 de septiembre de 1925, en donde debieron esperar para su proyectado final de ruta en la Florida, dadas las dificultades en obtener los permisos de ingreso a los Estados Unidos.
Luego de muchas gestiones diplomáticas, y de permanecer por varias semanas en Cuba, donde dieron mantenimiento a sus aviones y realizaron algunos viajes con turistas, se les permitió el viaje a la Florida, llegando hasta Key West y luego hasta Palm Beach.
En este reportaje se habla también del vuelo de respuesta que entonces planearon los aviadores del ejército Americano, el cual se dio posteriormente con el viaje de los 5 hidroaviones Loening en un “Vuelo Panamericano de Buena Voluntad” realizado entre el 21 diciembre de 1926 y el 2 de mayo de 1927, por Centro y Sur América.
El reportaje ponía en alerta a los Americanos de la necesidad de crear esa compañía de aviación civil, pero con el subsidio dl gobierno americano, y con su mismo título hablaba de la posibilidad de que los alemanes controlaran el Correo Aéreo del Gobierno de los Estados Unidos, que para aquella época, acabada de pasar la Gran Guerra, era un puntillazo en la mente de los Americanos.
Trae también a colación el posible control de ese punto estratégico de la economía American, como es el Canal de Panamá. Planteaba su defensa y la necesidad de que pilotos civiles Americanos controlaran este estratégico punto.
Todo esto llevó a la creación de la Pan American Airways, y al apoyo que le dio el Gobierno Americano para controlar todas las rutas aéreas de correo y pasajeros casi a nivel Global.

Ensayo Alemán de Ruta de Correo Aéreo Florida-Panamá para Estados Unidos

VUELO DE RETORNO DE AVIADORES DEL EJÉRCITO COMO JUGADA DEFENSIVA

Extranjero espera por Contrato Postal.

Washington, DC, 14 de octubre de 1925
Mientras el gobierno de Estados Unidos que se ha negado a establecer una línea de correo aéreo de la Florida al canal de Panamá, un Alemán está hoy volando en un avión sobre la ruta propuesta y espera obtener el contrato para llevar el correo del gobierno de Estados Unidos, se conoció hoy.
Debido a las críticas contra el Departamento de la Oficina de Correos por no haber establecido una línea bajo la bandera americana, el director general de correos ha emitido hoy un comunicado revelando que, hace más de un año dos inspector de la oficina de correos viajaron a través de América Central, inspeccionando la viabilidad de tal ruta de correo.
Llegaron a la conclusión de que no había suficiente negocio para justificar la inauguración de dicha línea y así lo reportaron.RECHAZÓ A LA OFERTA ALEMANA
El Director General de Correos Sr. New, dijo que algunos meses atrás el Dr. Von Bauer, un alemán, que mantiene una línea aérea en América Central, buscó el contrato para un servicio de correo de Florida-Panamá. Esto fue después de los Estados Unidos no vio una forma clara de establecerlo.
«Yo le informé a él que ya que su cometido era una empresa extranjera, el Departamento de la Oficina de Correos podría no hacerlo», dijo el Sr. New.
El director general dijo que informó el Dr. Von Bauer si quería venir a los Estados Unidos, sin embargo, y organizar una empresa respaldada por capital Americano, con naves pilotadas por aviadores americanos, él le daría el correo y estará encantado de ver la empresa inaugurado.APROBADO VUELO DE ENSAYO
Desde entonces el alemán ha obtenido el Capital Americano, ha establecido una corporación bajo las leyes de Delaware, y esta semana está realizando un vuelo de prueba sobre la ruta, reveló el Sr. New. Dijo que ha entendido que tanto el Departamento de Estado como las autoridades militares han aceptado el viaje de prueba.
Desconocido por el público Americano, la idea de esta propuesta ruta del correo Americano fue patrocinada por un grupo de jóvenes oficiales del servicio aéreo del ejército. Fue ideado para estos fines especificados:
-Para establecer una vía aérea de los Estados Unidos al canal de Panamá, que podría ser utilizada en caso de guerra cambiando al ejército aéreo durante la noche a las tropas para la defensa del Canal de Panamá.
-Para entrenar a pilotos civiles en el conocimiento del terreno Centroamericano, para que, en caso de guerra, pudiesen actuar como pilotos de escuadrones de combate Americanos.
Para establecer una serie de estaciones de recarga a lo largo de América Central, de tal modo que el ejército aéreo Americano podría alcanzarlos con éxito y defender la zona del canal.
-El oficial del servicio aéreo que lo planeó se dio cuenta de que tal «ruta de correo» no sería rentable por algunos años, pero esperaban que el gobierno podría subsidiarla con propósitos de defensa al igual que ciertas naciones Europeas subvencionan hoy sus líneas aéreas, que en realidad son vías aéreas militares.

Balance Scadta 1924

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1924

Balance de SCADTA del Primer Semestre de 1924, presentado en asamblea reunida el 29 de agosto de 1924.

Año trágico para la Scadta por el accidente del Junkers F13 “Tolima”, acaecido el 8 de junio de 1924 en Barranquilla, accidente en el que perecieron el presidente de la Scadta, Ernesto Cortissoz, el jefe de pilotos von Krohn, el mecánico Guillermo Fischer y los ciudadanos Christian Meyer, Fritz Troost y Albrecht Nickisch von Roseneck.

Los problemas de sequía en la rivera del río Magdalena que afectaron la navegación fluvial, contribuyeron a un gran incremento en el movimiento del correo aéreo manejado por la Scadta, y por ende a un servicio más regular en los hidroaviones de Scadta.

Adicionalmente se hicieron las gestiones para que el gobierno nacional contribuyera a la adquisición de nuevo superhidroaviones (Dornier Do J Wal), montándose los cimientos para la formación de lo que se conocería como Condor Syndikat, que llevaría a una internacionalización de; servicio aéreo por parte d ella compañía.

Se crearía la Compañía Santandereana de Aviación (COSADA) con los aviones Dornier Komet, con la finalidad de atender el servicio entre Bucaramanga y Puerto Wilches. Sin embargo los motores con que vinieron equipados los aviones no dieron los resultados esperados.

Se creó también la Línea Aérea del Cauca (LIADCA) bajo la responsabilidad del aviador italiano Guicciardi, con la finalidad de realizar vuelos entre Cali, Manizales y Medellín. Se adquirieron dos aviones Fokker C.II Express, pero uno de ellos se accidentó al llegar a Medellín en su vuelo de traslado desde Barranquilla. La línea del Cauca no lograba operar con regularidad.

Se compraron los terrenos donde estaban situados los hangares de Veranillo, y se inició la construcción del hangar en Girardot.

Se introdujeron los servicio de Aerogiros y Aeromisivas con el fin de solucionar los problemas de envíos de dinero dentro del correo ordinario, y el envió de comunicaciones poco extensas.

La Sección Científica de la Scadta, amplió su radio de acción a la república de Venezuela, aprovechando la infraestructura que se había creado a raíz de los trabajos realizados el año anterior en lo relacionado con el trabajo aerofotográfico para la definición de fronteras con el país hermano. Además de la cartografía se trabajó en la recolección de datos científicos, especialmente meteorológicos y aeronáuticos.

A pesar de la gravedad del accidente del Tolima en Barranquilla, el año de 1924 fue para la Scadta muy importante en la consolidación de la compañía.

Dornier Komet

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El Dornier Komet fue una mala adquisición de la COSADA, que era una subsidiaria de la SCADTA. El avión solo hizo unos pocos vuelos y lo descartaron luego de que se rompió el tren de aterrizaje. Fue desarmado y regresado a Europa por el mismo camino que llegó. Fue cambiado por un Junkers F.13.
De este avión se hicieron muchas leyendas e historias en las que con humor se decía que nunca pudo volar.

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EL TIEMPO – 25 Mar 1924
EL ESTRENO DEL “BUCARAMANGA”
INTERESANTES VUELOS EFECTUADOS — VON KROHN LLEGA A BUCARAMANGA EL MISMO DIA QUE SALE DE BARRANQUILLA — UN ACCIDENTE EN EL CUARTO VUELO — SE CONDECORA A UN JEFE—FALLECIMIENTOBucaramanga, Marzo 24 -1924
TIEMPO.—Bogotá.
Ayer se efectuó el bautizo del primer avión de la Compañía Santandereana. El avión es de tipo Dornier Komet, y se considera como el más perfecto llegado al país. La fiesta fue excepcionalmente concurrida y solemne. En el bautizo tomaron parte altas autoridades civiles y eclesiásticas, y S.M. La Reina Sofia Ana. Se le dio el nombre de “Bucaramanga”. Von Krohn vino en hidroavión hasta el puerto de Santa María, y llegó a Bucaramanga el mismo día en que salió de Barranquilla, con el fin de asistir al bautizo. El primer vuelo lo hizo Junck llevando al Gobernador Pradilla y a su prometida, Cecilia Sorzano, al doctor Luis Sorzano, al doctor Leonardo Mantilla, Presidente de la Asamblea. El segundo vuelo lo llevó a cabo Von Krohn con la Reina, señorita Sofia Ana Barrera y el señor Saulo Barrera Parra. Luego el Alcalde, señor Peña Puyana, la señora Wessels, el presbítero doctor Soto y algunos más. El cuarto vuelo no pudo cumplirse, pues el aparato entró en una zanja del campo de aterrizaje y se rompió la hélice; además se torció el eje de una rueda. Los pasajeros eran Christian P. Clausen y su hija Maria, Maria Giorgi de Stunckel y Rafael Contreras, hijo, quienes por fortuna no tuvieron ninguna novedad personal. Laméntase este incidente, aún cuando el daño es fácilmente subsanable con la llegada de los repuestos en la presente semana. Los aviadores Von Krohn y Junks, así como todo el personal directivo de la empresa, se han ganado la simpatía del público. Hay contratados más de veinte vuelos para el próximo domingo. El incidente aludido sirvió para demostrar la solidez del aparato, pues el golpe sufrido hubiera despedazado cualquier otro. Se espera la llegada del avión para comunicar a Bucaramanga con Cúcuta. Es indescriptible el entusiasmo que este redentor paso de progreso ha despertado en los Santandereanos.
EL TIEMPO – 29 Mar 1924
BUCARAMANGA
Bucaramanga, marzo 28 – 1924
…….
…….
– La reparación del avión “Bucaramanga” se ha demorado en espera de los repuestos que salieron ya de Puerto Wilches.
– Von Krohn salió de Barranquilla, y estará de regreso dentro de veinte días. Estudia la posibilidad de traer hidroaviones hasta Rio Grande, en la hacienda de “El Tambor”, distante de aquí siete leguas.
– George Clausen, dueño de la cervecería de “La Esperanza”, trajo de Alemania un técnico sueco, ………
……….Nota: Este avión fue el primero que trajo la Compañía Santandereana de Aviación (COSADA), y que por más que intentaron ponerlo a funcionar, fue imposible y lo devolvieron a Alemania, donde fue cambiado por un Junkers F-13. En las primeras épocas de nuestra aviación fueron múltiples los fracasos de los aviones con ruedas, debido a la falta de una infraestructura adecuada para operar este tipo de aviones, por los grandes costos de preparación de las pistas de aterrizaje. A esa falta de una adecuada infraestructura se debió el fracaso de la CCNA, y de los múltiples intentos de una aviación con pistas de aterrizaje.
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Fokker C.II Express -LIADCA

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LIADCA Fokker C.II Expresse A-15 «Manizales»

La LIADCA (subsidiaria de SCADTA), fue creada en 1923 para atender la navegación aérea entre Medellín, Manizales, Cali y Cartago.
Para ello la Scadta habían adquirido dos aviones Fokker C.II Express.
Del diario El Tiempo hemos extraído algunas historia sobre estos aviones y la LIADCA.

EL TIEMPO, 21 Dic 1923
Barranquilla, 20
El aviador von Krohn hizo esta mañana sobre la ciudad interesantes vuelos en el aeroplano “Libertador”, marca ‘Foker’. Verificó 25 veces el “looping the loop”, cinco de las cuales fueron consecutivas. Además hizo varias suertes llamadas ‘caídas de hojas’. El aeroplano ‘Libertador’ será destinado al servicio de correos en la línea Medellín – Manizales – Cali. Otro avión igual llamado “Vencedor” será destinado al servicio de Bucaramanga a Puerto Wilches.

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Podemos anotar en relación con este artículo de EL TIEMPO, que estos aviones fueron luego renombrados así: al ‘Libertador’ se le bautizó con el nombre de “Cali” y al “Vencedor” con el de “Manizales”. Es necesario no confundir estos nombres, ya que existió otro avión con el nombre de ‘Manizales’, un Ford Trimotor.
En el ‘Manizales’ el aviador José Ignacio Forero realizó el viaje a Medellín, que él en su libro fecha como diciembre de 1924, pero hay una equivocación en fechas (su libro tiene varias fechas inexactas), ya que de este avión se encuentran varios relatos a principios de 1924, y además existe un sobre de correspondencia con una sellos de LIACA (Lineas Aéreas de Cauca) del 21 de Mayo de 1924.
A pesar de todos los esfuerzos que se realizaron durante el año de 1924, la LIADCA no tuvo éxito. Sólo se realizaron algunos vuelos de demostración, por el aviador italiano Ferruccio Guicciardi quien fue contratado por la SCADTA para dirigir la compañía.

El avión Fokker de nombre ‘Cali’ al mando del italiano Ferruccio Guicciardi se estrelló aterrizando en Medellín el 30 de diciembre de 1923, cuando realizaba su primer vuelo con correo aéreo desde Barranquilla. Según reportó su piloto, el avión quedo inservible pero se podía recuperar el motor.

El 21 de junio de 1924 el Fokker de nombre ‘Manizales’ sufrió un incidente cerca a Cartago, teniendo que realizar un aterrizaje de emergencia en un potrero.

Estos viajes se estaban realizando en fechas muy cercanas a la mayor catástrofe de la SCADTA, que fue el 8 de Junio de 1924, cuando se accidentó el Junkers F.13 de nombre ‘Tolima’ en donde murieron entre otros, el presidente de la SCADTA, Ernesto Cortizzos y el aviador Hellmuth von Krohn, suceso que puso a la SCADTA en una situación financiera bastante difícil. En diciembre de 1924, la SCADTA trató de nuevo de restablecer el servicio de LIADCA, pero debidas las condiciones de los aeropuertos en estas ciudades y las dificultades topográficas de estas ciudades, no prosperaron dichos esfuerzos.

Estos dos aviones Fokker C.II Express sufrieron accidentes que los dejaron fuera de servicio en el año 1924.

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El Fokker C.II era un avión con capacidad para un aviador y dos pasajeros, con un motor de 138kW en línea, y de una velocidad máxima de 150 km/h. Fue muy utilizado en Europa como taxis aéreos y también para la fotografía aérea por la KLM que llegó a tener una división muy famosa en este área. Los ingresos de la Scadta provenían principalmente del correo aéreo y de la fotografía aérea, con su división científica con la cual realizó exploraciones completas de nuestra topografía y sirvió en muchos casos para dirimir conflictos fronterizos con nuestros países vecinos, tal es el caso del la frontera con Venezuela.

Junkers F13 “Bogotá” en Girardot

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Noticia de EL TIEMPO el 19 de Noviembre de 1920, con motivo de la llegada de los hidroaviones a Girardot.

 

NOTICIAS DE GIRARDOT

Los hidroaviones en Girardot—
El bautizo del “Bogotá”—
Los hidroaviones no vendrán a la capital.

Girardot 18. TIEMPO—Bogotá.

Ayer a las 4 y 20 se elevó a gran altura el hidroavión que llegó el lunes. Dio varias vueltas sobre la ciudad, mientras ascendía en espiral, y luego se dirigió hacia el Sur, hasta Purificación, en viaje de exploración, pues se proponían loa aviadores persuadirse de si podría acuatizarse allí, para hacer un viaje especial, en uno de los días de ferias, las que se efectuarán a fines del mes. De Purificación han solicitado un viaje especial, y parece que accederán a hacerlo.

Se prepara, la ceremonia del bautizo del aparato, que se llamará “Bogotá”, a la orilla del río. Tendrá cuatro padrinos, entre ellos, si puede venir, el señor Presidente de la República, y si no el Ministro que él designe. Se habla de que habrá un tren especial de Bogotá a ésta, y de que vendrán numerosas personas que han sido invitadas.

Los tripulantes del hidroavión “Colombia” trabajaron ayer en su reparación, que consistía en enderezarle algunas piezas, ponerle la nueva hélice y colocarle otra vez los flotadores, en lugar de las ruedas.

Parece que, definitivamente, no irá a Bogotá en esta ocasión, ninguno de los dos hidroaviones, porque no tienen las ruedas apropiadas para cambiarle los flotadores, y porque la remontada de la cordillera es peligrosa.

A-2 ‘Colombia’ a Puerto Berrio

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Junkers F13 "Colombia"
A-2 'Colombia' Junkers F.13
EL TIEMPO, Jueves, Septiembre 9 – 1920

 

 

EL PRIMER VIAJE DEL HIDROAVIÓN ‘COLOMBIA’

TODOS LOS DETALLES’

Ayer emprendió su primer gran viaje de Barranquilla hacia Puerto Berrío el hidroavión “Colombia”, de propiedad de la Compañía Colombo-Alemana de aviación y transportes aéreos.
Esta Compañía, organizada en Barranquilla a iniciativa de la respetable Casa Gieseken y Compañía y cuyo Gerente es el señor Albert Tietjen, Cuenta con un capital considerable y se propone establecer un servicio permanente y rápido entre aquella ciudad y Girardot, con escala en Puerto Barrio.
Son Agentes en Girardot los activos comerciantes señores Isaacs Hermanos, quienes adelantan los preparativos, a fin de contribuir a un pronto desarrollo de la empresa, que permita a los viajeros trasladarse de esta ciudad a la capital del Atlántico en sólo 24 horas, y que nos dote de un rápido servicio de correos.
Los estudios técnicos realizados por el competente ingeniero alemán, señor Kermer, son augurio de felices resultados para la simpática empresa, la primera que establece en el país un servicio regular de hidroaviones para pasajeros y correos.
Entendemos que el valor del pasaje entre Girardot y Barranquilla será de $ 200 y que se fijará oportunamente los días de salida, los cuales no serán menores, de tres por semana.
Venciendo todo género de dificultades, la Compañía Colombo-alemana ha logrado obtener un tipo adecuado de hidroaviones, capaces para conducir hasta seis pasajeros y una tonelada de correspondencia o equipaje.
En sus viajes los hidroaviones seguirán exclusivamente el curso del río Magdalena, salvando así los inconvenientes que presenta la creación de campos de aterrizaje intermedios.
El hidroavión que hace el viaje es del tipo “Junkers” y está tripulado por un piloto y un mecánico. Trae como pasajero al señor Jorge Hosie, joven alemán, socio de la Casa Fritz Furshop y Compañía.
Ese aparato había hecho ya sus pruebas entre Barranquilla y Calamar.
El viaje del hidroavión fue muy feliz. Salio de Barranquilla a las 8 y 25 a.m. Y pasó a las 9 y 10 por calamar, a mil pies de altura. Pasó luego por Jesús del Río a las 9 y 30; por Zambrano las 9 y 40 y y llegó a Magangué a las 11 y 50, en donde descendió al río. En esta población se hizo al aviador y a sus compañeros la más calurosa ovación, por centenares de personas que esperaban el hidroplano. Este ha seguido el curso del río, a todo lo largo del Viaje.
-Al desembarcar el aviador alemán en Magangué, dio un viva a su patria, que fue contestado con entusiasmo delirante por la multitud, que aclamó al aviador y a la Compañía.
En Magangué se sirvió un selecto almuerzo y permanecieron allí los pasajeros del avión hasta las tres de la tarde, hora en que salió, y llegó al Banco a las 4 y 35 minutos. Allí resolvieron los aviadores pasar la tarde y la noche para seguir temprano a Puerto Berrío, a donde piensan llegar a eso de las 11 de la mañana. La Compañía quiere proceder con la mayor prudencia en sus primeros viajes para conocer detenidamente el itinerario.
Como se ve, el hidroavión gastó de Barranquilla al Banco, 5 horas completas. Entre los dos lugares hay una distancia de 434 kilómetros, o sea un promedio de 87 por hora. Del Banco a Puerto Berrío hay 404 kilómetros, que se recorrerán en menos de cinco horas.
El Administrador de Telégrafos, General Morales Berti, hizo avisar a todos los telegrafistas de las poblaciones situadas sobre el río, el viaje del hidroplano, para que enviaran inmediatamente datos sobre el paso del avión. Por eso en todas esas poblaciones, grandes multitudes desde temprano esperaban el paso del aeroplano y lo aclamaron con justo entusiasmo.
El hidroavión “Colombia” trae cerca de mil cartas de Barranquilla para Medellín y es un completo ensayo de correo aéreo, cuyo éxito celebrará el país entero.
Con vivo entusiasmo felicitamos a la Compañía Colombo-alemana por este primer viaje, que es augurio de muy completos triunfos.
Primer vuelo de Barranquilla a Puerto Berrio – 8-10 Sept. 1920

Una “Sociedad Colombo-Alemana de Transportes Aéreos”

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F13 3n hangar de Veranillo

Autora: Angelika Hofmann Traducción: Andrés Caballero Original en Alemán: www.ju-f13.de

A comienzos del año 1.920 se presentó en Dessau el ingeniero Werner Kaemmerer procedente de Colombia, interesado en adquirir aviones para transporte aéreo. Aquel estaba bajo las órdenes de la “Sociedad Colombo-Alemana de Transportes Aéreos” (SCADTA), fundada en el 5 de Diciembre de 1.919 en la ciudad de Barranquilla; y en viaje por Europa, para pedir ofertas de aeronaves. Había conoció entonces al profesor Junkers en la ciudad de Aachen y se dirigió entonces a la Fábrica de Aviones Junkers en Dessau.

El ingeniero Kaemmerer plasmó durante su visita y en color de rosa la perspectiva del surgimiento para las aeronaves de transporte en Colombia. El había viajado en años anteriores por Colombia durante un viaje de estudios económico-empresariales bajo órdenes de la Asociación de Ingenieros Alemanes, con el fin de establecer contactos allá. Además llegaría a la conclusión, que ante el disponible pero insuficiente aprovechamiento de la geografía, en materia de transporte sería muy prometedora la apertura de ésta. Los únicos medios disponibles para viajar de la costa al interior del país en ese entonces, se limitaba al uso de la piragua, la balsa y la mula. Un viaje desde el puerto de Barranquilla hasta la capital del país, Bogotá y viceversa duraba al menos 4 semanas.
 
Por ese motivo su proyecto sería también apoyado por el gobierno colombiano y sus pobladores, quienes tenían un gran aprecio hacia los alemanes.

La fábrica de aviones presentó en consecuencia a Kaemmerer una oferta de cuatro F-13 con trenes de aterrizaje y acuatizaje, a un precio de 11.000 dólares, oferta que se cablegrafió inmediatamente a Colombia. La respuesta tardó casi 3 meses y resultó muy decepcionante para la Fábrica de Aviones Junkers. La SCADTA pudo decidirse únicamente por la compra de unos aviones de prueba, pues los aviones en Colombia tenían que ser esencialmente baratos. Así fueron adquiridos aeroplanos Rumpler por 30.000 marcos y un aeroplano francés Farman de 300 caballos de vapor por 4.000 dólares.

Hermann Schleissing, director de la Fábrica de Aviones Junkers, tenía la orden del profesor Junkers de no vender aviones por separado, dado que el riesgo de avería de la aeronave era elevado, de modo que ningún vuelo podría ser llevado a cabo durante un tiempo muy prolongado. Eso habría perjudicado la fama de los aeroplanos Junkers de manera extraordinaria. No obstante, temió perder las conexiones con el mercado sudamericano tan lleno de perspectivas, que aprovecharse en la presente oportunidad y por ello abogó por entregar un solo avión para casos de emergencia [1. Carta de Schleissing al profesor Junkers del 13 de Abril de 1.920]. Tras deliberaciones más extensas, la Fábrica de Aviones Junkers se decidió por entregar en comisión una segunda aeronave bajo su cuenta y riesgo.

El primer F-13 reservado para Colombia e identificado con el número 539 fue terminado a comienzos de Julio de 1.920 y debió ser llevado de manos del piloto Von Griebsch. En dicho caso ocurrió una explosión, como se mencionó en el capítulo “Catástrofes”, estrellándose el aparato. El jefe de ingenieros de la SCADTA, Fritz Hammer, yerno de Walter Simons, elegido ministro de Asuntos Exteriores tres semanas más tarde, espero en vano al aparato en Warnemünde.

Acaeció finalmente un mes más tarde. Dos F-13 bajo los colores de la bandera colombiana: Amarillo, azul, rojo; y empacados en dos enormes cajas fueron enviados en la embarcación a vapor “Crijussen”. Las aeronaves fueron acompañadas por Fritz Hammer y los pilotos Wilhelm Schnurbusch y Hellmuth von Krohn. Al 4 de Agosto de 1.920 llegaron sanos y salvos los aviones con toda la comitiva a Puerto Colombia, un puerto marítimo próximo a Barranquilla. Ahí fueron armados bajo supervisión de Fritz Hammer.

MontajePrimer_F-13
Montaje del primer F-13 en Barranquilla. Las alas han de ser colocadas.

Una semana después de la llegada de los aviones, la SCADTA informó a la Legación Alemana en Bogotá, que ellos deseaban establecer un servicio de transporte aéreo. “Es intencionado establecer entre Barranquilla y los puntos finales allende el río Magdalena importantes líneas de transporte para pasajeros y tráfico postal por vía aérea; vendrían en cuestión los sitios Calamar, Puerto Wilches, Puerto Berrío y Girardot como destino final.” [2. Carta de Albert Tietjen (SCADTA) a la Legación Alemana en Bogotá del 12 de Agosto de 1.920]

Para el 5 de Septiembre de 1.920 se situó el primer aeroplano con una bandera alemana y una colombiana, y adornado con una corona floral en el Hidropuerto de Veranillo para su primer vuelo de pasajeros en breves instantes. Bajo una gran participación de la población fue bautizado con ayuda de una botella de licor bajo el nombre “Colombia” por el padrino de las aeronaves Paul Grosser, su cónyuge Lia Grosser y Ernesto Cortissoz, accionista de la SCADTA. Seguidamente dio su bendición el padre Calixto Álvarez, párroco de la Iglesia de San Nicolás, a la aeronave y leyó una oración, la cual fue prescrita por el papa para la bendición de aparatos aéreos.

F-13_Colombia
F-13 “Colombia”

Bajo los sonidos de la música militar se deslizó el hidroavión sobre el agua y prontamente se levantó por encima hacia su primer vuelo, en el formaron parte el gerente general de la SCADTA, Albert Tietjen y el capitán Rito Neira. Siguieron 5 vuelos adicionales con los dignatarios locales y sus esposas e hijas. [3. Periódico “El Día”, Bogotá, Colombia del 6 de Septiembre de 1.920]

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Las damas abandonan el hidroavión luego de su primer vuelo el día 5 de Septiembre de 1920

Tras el bautizo fue inaugurado el itinerario Barranquilla-Puerto Berrío a lo largo del Río Grande de la Magdalena. El primer vuelo sirvió para el estudio del tramo y se prolongó por varios días. Los pilotos Hammer y Schnurbusch hicieron escalas para examinar las corrientes y las condiciones de aterrizaje y ellos fueron recibidos con entusiasmo por la población en cada ocasión.

En El Banco tuvieron que hacer una gran pausa de 36 horas pues la embarcación con el combustible aún no había llegado. En el camino se enfrentaron con el mal tiempo, de modo que solo pudieron volar bajo compás temporalmente, porque la niebla y la lluvia dificultaron la visibilidad. Igualmente el vuelo de regreso desde Puerto Berrío se pospuso, pues uno de los pilotos se lastimó.

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Aterrizaje en Puerto Berrío con el primer saco postal transportado a través del aire al 10 de Septiembre de 1.920
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F-13 en “Colombia” en Puerto Berrío

Para el día 14 de Septiembre de 1.920 voló el “Colombia” otra vez sobre Barranquilla y aterrizó bajo las tonadas de la música militar en el Hidropuerto de Veranillo. Ante los atentos silbidos hechos por las sirenas de las fábricas y acudiendo media ciudad entretanto para saludar a la aeronave. Solamente un pasajero salió de la cabina, el accionista de la SCADTA Stuart Hosie. [4. Periódico “El Dïa”, Bogotá, Colombia, del 15 de Septiembre de 1.920]

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Llegada del F-13 “Colombia” a Barranquilla
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F-13_PuertoBerrio_1920_3

Al 19 de Octubre de 1.920 tuvo lugar oficialmente el primer vuelo postal en el itinerario Barranquilla-Puerto Berrío. El jefe de pilotos Hammer enfermó y tuvo que guardar reposo, de modo que el “Colombia” fue conducido por Hellmuth Von Krohn. Wilhelm Schnurbusch hizo de copiloto.

El vuelo no fue solamente el estreno del transporte aéreo de correo, también fue la primera ocasión que la versión acuática del F-13 fue empleada en el servicio regular de transporte aéreo. Aquello naturalmente no sucedió libre de alguna avería. El hidroavión con su carga útil despegó del agua a duras penas, dado que evidentemente el motor no fue lo suficientemente poderoso. Por otra parte, el Tratado de Versalles no daba autorización a la industria aeronáutica alemana de utilizar ningún motor con mayor potencia para aquel entonces.

“El mayor peso, que sus aparatos elevan desde el agua hasta el momento aunque a duras penas y a contraviento suave, es 400 kg. Bajo viento calmo se puede contar solamente con 375 kg”, escribió Fritz Hammer a la Fábrica de Aviones Junkers [5.Carta de Hammer a la Fábrica de Aviones Junkers del 22 de Noviembre de 1.920]. Para el primer vuelo postal no consiguió “Colombia” esa carga útil de una vez, entonces el director comercial de la SCADTA Albert Tietjen desistió del vuelo y von Hammer tras su convalecencia tuvo que volver a volar con el segundo F-13 un mes más tarde.

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F-13 “Colombia” en Barranquilla

Acerca del primer vuelo postal y sus inconvenientes informó Hammer a Dessau: “Pese a la niebla se fue el aparato al agua a las 7 de la mañana del 19 de Octubre e inició a las 7 de la mañana y 4 minutos. El vuelo tuvo que haber sido difícil, puesto que ellos se toparon con una tormenta, lluvia tropical y avanzaron por encima de todo. Lamentablemente el radiador se agujereó a la veinteava vez y debió ser soldado en El Banco, por lo que resultó en una prolongada estancia y el vuelo no pudo ser efectuado en un día. En 5 horas y 12 minutos fue restablecido el trayecto Barranquilla-Puerto Berrío a pesar del clima tan inclemente y a la mañana siguiente empezó a las 10:16 de la mañana por causa de una niebla muy densa. El hidroavión requirió 2 horas y 19 minutos hasta Girardot, de modo que el primer viaje directo de B. hacia Girardot fue hecho en 7 horas y media. La recepción y los actos solemnes de bienvenida fueron sencillamente fabulosos y duraron días.” (5)

Desafortunadamente ocurrió un imprevisto al momento del acuatizaje: Los flotadores se agrietaron e hicieron agua. Por eso decidieron ambos pilotos sustituir los flotadores por un tren de aterrizaje. El aeroplano tuvo que ser llevado sobre el terraplén de la orilla de 25 metros de altura y ser transportado hasta un sitio de despegue en cercanías de la ciudad.
Luego que Schnurbusch había montado el tren de aterrizaje, quiso Von Krohn hacer un vuelo de prueba antes de la continuación del vuelo hacia Bogotá, pero nuevamente tuvo mala suerte:
“El arranque fue inobjetable, igualmente el vuelo. Solo dice el señor Von Krohn, el área superficial de los estabilizadores pudiera ser de mayor tamaño ante las ráfagas cercanas a las montañas. El viento se hallaba perpendicular al trayecto concebido. Krohn aterrizó por ello el aparato en uno de los rincones del sitio. El pisó suavemente el pedal para dejar el avión libre de sacudidas. En el momento que pasó por allí encima, una llanta dio contra una piedra que sobre ella quedó colgando y destrozó el tren de aterrizaje por detrás. En aproximadamente 10 m se frenó la “Colombia” desde una rapidez de 100 km hasta el reposo. No obstante, el casco tuvo que sufrir considerablemente. Desafortunadamente la viga principal también, un tanque, una leva actuadora de conducción y todo el enchapado. Con excepción del motor, el aparato permaneció extraordinariamente intacto.” (5) Schnurbusch trabajó por semanas hasta que el aparato estuvo listo de nuevo para volar.

Mientras Schnurbusch aún efectuaba reparaciones, llegó Fritz Hammer con su pasajero Tietjen a Girardot. Solo requirió de 6 horas y media para el vuelo, una embarcación requería para el mismo recorrido dos semanas. Desde Girardot volaron Hammer y Tietjen más río abajo hacia Neiva y de allá hacia la capital, Bogotá, a donde llegaron el día 11 de Diciembre de 1.920. Allá fueron recibidos por la colonia alemana con grandioso júbilo, fueron ellos los primeros aviadores que habían establecido la ruta de la costa hasta la capital.

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Aterrizaje del F-13 en Girardot
F-13-aterrizajeGirardot2


Al día siguiente fue bautizado el segundo F-13 con el nombre “Bogotá” bajo la gran participación de los capitalinos, aunque el bautizo tuvo evidentemente poco efecto, “porque después de que habíamos bautizado el aparato al día siguiente, en un domingo, empezó en el nuevo sitio de vuelo el posicionamiento inmediato del eje tras el buje y el avión, con el tren de aterrizaje magullado, voló por encima”, informó Hammer.

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Bautizo del F-13 “Bogotá”

“Por allá el suelo era duro como una roca, sucedió un gran golpe que desplazó el motor unos cuantos centímetros hacia atrás, enchapado, vigas y herraje destruidos.” [6. Carta de Hammer a la Fábrica de Aviones Junkers del 29 de Diciembre de 1.920] No les pasó nada a los pilotos, pero la aeronave quedó inutilizable por varios meses.

El detallado informe técnico de Hammer a la Fábrica de Aviones Junkers y que los muchos accidentes en la apuesta del JL-6 en América mostraron que los aviones Junkers de transporte aéreo de ese entonces aún no estaban desarrollados, que pudieron ser exportados inescrupulosamente a todo el mundo. Por ello la empresa Junkers se decidió en una conferencia administrativa para Enero de 1.921, que debía aglomerarse en una empresa de transportes aéreos en Alemania aún con la experiencia de los F-13 en su funcionamiento práctico con el fin de perfeccionar el aeroplano.

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Primeros recorridos para transporte aéreo en Colombia

Todavía antes del final de 1.921, la Fábrica de Aviones Junkers añadiría un departamento de Transportes Aéreos que en cuyas pistas probaron el F-13 y sus observaciones pasaban directamente a la fábrica. Dicho departamento debió expandirse rápidamente, como se conocería, hasta ser una de las más grandes empresas europeas de transporte aéreo.

Los resultados de la SCADTA en 1.920 fueron por lo natural muy modestos. Solo un F-13 fue capaz de cumplir la apuesta, fueron llevados apenas 12 pasajeros y 850 kg. de equipaje, cargamento y correo. Para ello fueron 4.825 kilómetros de vuelo en total.
Luego de las experiencias de 1.920 demostraron que no se había establecido ningún servicio regular de transporte aéreo con dos F-13, viajaron Fritz Hammer y Peter Paul von Bauer en la primavera de 1.921 hacia Dessau, para negociar la compra de F-13 adicional con la fábrica Junkers. No obstante, los accionistas de las SCADTA fueron claros en toda crítica a las deficiencias todavía existentes en el F-13, que era el primer avión de transporte hecho completamente de metal y encaró el clima cálido y húmedo del trópico. Una empresa francesa de transportes aéreos, que estuvo activa antes que la SCADTA en Colombia, tuvo que cesar su funcionamiento tras dos accidentes fatales y pérdidas por 250.000 dólares. Los pilotos no pasarían además de llevar a cabo más de un vuelo de larga distancia en el plazo de un año. [7. Carta de Von Krohn al profesor Junkers del 22 de Julio de 1.921].

Tras las exposiciones de la SCADTA fueron necesarios al menos 3 F-13 adicionales para poder organizar el transporte aéreo previsto y sin dificultades aunque no tenía los recursos necesarios para ellos – Junkers pedía aproximadamente 17.000 dólares por un F-13. [8. Conferencia de Kaiserplatz con respecto a Colombia del 7 de Mayo de 1.921] La Fábrica de Aviones Junkers no pudo meterse en una reducción de precios porque entretanto el Tratado de Versalles se encontraba en vigor. Desde Junio de 1.921 estaba prohibida la construcción de aeroplanos, de modo que la Fábrica de Aviones Junkers se encontraba al borde de su liquidez.

Para complacer a la SCADTA, ya se explicaba Junkers luego de largas deliberaciones de ofrecer dos F-13 en calidad de aviones de préstamo hasta Enero de 1.922 [9. Carta de la Fábrica de Aviones Junkers a la SCADTA (Hammer) del 25 de Mayo de 1.921]. Uno de ellos, el F-13 “Cauca” (Número de fabricación 602, identificación A-9) fue adquirido por la SCADTA a continuación mientras la Fábrica de Aviones Junkers participó en la SCADTA con el F-13 “Magdalena” (Número de fabricación 618, identificación A-8) a partir de Enero de 1.922.

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F-13 “Cauca” sobre el Río Grande de la Magdalena

Un tercer F-13, de número de fabricación 615 y nombre “Caldas” pudo ser vendido a Von Bauer en Septiembre de 1.922, quien por ello quiso incorporar una sección científica.

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Arranque del F-13 “Caldas” sobre el Río Grande de la Magdalena

El doctor Peter von Bauer, procedente de una familia noble austríaca, vino a Colombia como representante de una empresa de medición fotogramétrica N. V. Techn. Maatschapy-Aerophoto de Amsterdam, una filial de la firma cinematográfica Messter en Berlín; y encontró una actividad muy prometedora. El gobierno colombiano intentó crear un mapa de utilidad ya desde hace décadas, que siempre fracasaron hasta la fecha debido a los altos costos. Para impulsar la economía nacional, no obstante, eso fue urgentemente necesario de registrar cartográficamente los territorios intransitables con las riquezas del subsuelo aún por conocerse, es por ello que las concesiones pudieron ser adjudicadas. Como Von Bauer supo en sus conversaciones con los ministros del ramo, el gobierno colombiano estaba muy dispuesto en apoyar a una empresa de fotografía aérea y adjudicar una única concesión.

Puesto que él no se sintió en condiciones de fundar y gestionar tal empresa, Von Bauer negoció en el verano de 1.920 la ejecución de una misión de fotografía aérea con la SCADTA. Como la SCADTA pasaba por considerables dificultades financieras, ahí invirtió Von Bauer 100.000 dólares al año siguiente y se hizo el mayor accionista de la SCADTA.

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F-13 de la SCADTA en el hangar del Río Grande de la Magdalena

Mientras Hammer y Von Bauer se hallaban en Alemania, el piloto Helmut von Krohn estuvo muy por su cuenta en Colombia. Con solo un F-13 y el apoyo técnico del montador Köpke hubo de cumplirse dos disposiciones ante todo: Tenía que granjearse las simpatías del pueblo colombiano para el transporte aéreo y demostrarle al gobierno que era posible un servicio regular de transporte aéreo a lo largo del Río Magdalena para recibir una concesión de servicio postal.

Al comienzo de la temporada de vuelos en Abril de 1.921, voló Von Krohn con el “Colombia” dos veces de Barranquilla hasta Girardot, para comprobar que efectivamente se puede acuatizar en todos los lugares en cuestión. Mientras tanto llegó un nuevo motor procedente de Alemania que el montador Köpke incorporó de inmediato e incluso otra vez revisó minuciosamente la aeronave para la nueva temporada.
El avión estaba nuevamente listo para despegar el 15 de Mayo de 1.921. Más tarde informó Von Krohn en una carta al profesor Junkers sobre el vuelo un poco fuera de lo normal: “En aquel día viajaron algunos ministros, entre ellos también los más importantes de los ministros del Gobierno para el contrato de servicio postales – hacia la desembocadura del río Magdalena en una embarcación de vapor con numerosa comitiva. – Fue un domingo, a las 7 de las mañana hicimos el vuelo de prueba luego que la embarcación ministerial entró a nuestro hangar. Refresqué recuerdos de la guerra. ¡Imaginé que el barco sería un globo cautivo y me puse al ataque!

¡En ese vuelo me alegré especialmente de la maniobrabilidad de la máquina! ¡Siempre impulsado hacia abajo y hasta hermético sobre las chimeneas – apartada de estas – da la vuelta y regresa seguidamente – y de nuevo 5-10 veces! Éxito tal que al día siguiente la hija del ministro del Gobierno voló al lado de algunas otras damas y caballeros, quienes al mismo día partieron de regreso con el ministro hacia Bogotá.” [10. Carta de Hellmut Von Krohn al profesor Junkers del 22 de Julio de 1.921]

No se entusiasmó el profesor Junkers sobre el informe, sin embargo, los pilotos de los Junkers tenían órdenes estrictas de saber tratar los hidroplanos con mucho cuidado y abstenerse de efectuar alguna maniobra arriesgada.

En Mayo y Junio de 1.921 voló Von Krohn con destino a Neiva y Girardot hacia las “Ferias” – que eran grandes mercados de ganado con festividades – e hizo allá numerosos vuelos en círculos con los notables locales y los visitantes para hacer propaganda al transporte aéreo. De paso entregó puntualmente el correo en los sitios de escala con el éxito que le brindaría a la SCADTA el anhelado contrato de servicio postal.

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Partida del F-13 “Caldas” hacia Girardot
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Publicidad de la SCADTA

Luego de la entrada de los recientemente adquiridos F-13 “Cauca” y “Magdalena” se pudo establecer el servicio regular de transportes aéreos. Semanalmente tenía lugar un vuelo ida y vuela en el trayecto Barranquilla-Girardot-Neiva (1.150 km), más tarde entraría además el trayecto Barranquilla-Cartagena (120 km) para tal fin. [11. Doctor Peter Von Bauer: Gründung und Entwicklung der Sociedad Colombo-Alemana de Transportes Aeros en: III. FW 1.922. Pág. 288]
Desde Septiembre hasta Diciembre de 1.921 tuvieron lugar 307 vuelos con un total de más de 34550 millas aéreas, al tiempo que 303 pasajeros y 29,3 toneladas de correo y equipaje fueron transportados. No hubo accidentes. [12. Nachrichten für Luftfahrer 22/29.29]

Von Krohn inició la temporada de vuelos de 1.922 con un vuelo espectacular. Voló con su F-13 el primer vuelo directo desde Barranquilla el día 6 de Abril, sin escalas y por encima de la Cordillera Central de 5.400 metros de altura hacia Cali, la ciudad más importante de occidente colombiano. Ya un viaje era hasta la fecha solamente posible por una vía fluvial complicada o una agotadora cabalgata de al menos dos semanas de duración sobre la peligrosa alta montaña a superarse, Von Krohn necesitó en cambio de tan solo 7 horas y media para los 1.200 kilómetros de recorrido. Inclusive para el otro vuelo del “Magdalena” en el valle del Cauca apenas necesitó 2 horas de vuelo.

Debido a semejantes vuelos y la confiable empresa de transportes aéreos en el Río Grande de la Magdalena adquirió Von Krohn una magnífica reputación en Colombia. Los periódicos colombianos constataron, “que ningún otro extranjero en Colombia goza de tan igual respeto y profundo aprecio como el señor Von Krohn”. [13. Luftfahrt Jg. 1922. Pág. 152] En Julio de 1.922 fue agasajado en la capital, Bogotá, a través de un gran banquete en el que hicieron parte representantes influyentes de la economía colombiana y además de miembros de la Legación Alemana.

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F-13 “Bogotá”

Al término de 1.922 se pudieron dar a conocer las capacidades de la SCADTA. La empresa tenía entretanto 6 F-13 en operación, que fueron adaptados a las condiciones tropicales por la Fábrica de Aviones Junkers en colaboración con Fritz Hammer y entretanto pudieron llevar a cabo vuelos regulares entre Barranquilla, Girardot, Neiva y Cartagena.

En las ciudades alcanzadas fueron establecidos servicios de correo aéreo, que recogió y distribuyó el correo. En Santander fue fundada una sucursal que organizó el servicio de transporte aéreo entre Bucaramanga y el río Magdalena.

La sección científica bajo la dirección del doctor Von Bauer produjo 700 fotografías aéreas del río Magdalena y incorporó estaciones meteorológicas en el primer año de su existencia. [14. Comunicado de la SCADTA del 26 de Enero de 1.923]
La utilidad neta la SCADTA a finales del año 1.922 ascendió a un total de 10565,67 dólares, de estos se repartiría un dividendo del 3 {d2627856216829eda2ece8f1cb6f536cff22a81100f8a7c028943a2cc816e632} a los accionistas. La SCADTA fue por ello la primera empresa de económica productiva de transportes aéreos del mundo.
En los primeros dos años no hubo accidente alguno con pérdidas humanas, lo que esencialmente contribuyó al éxito de la SCADTA. Sin embargo, eso no permaneció así. Al 4 Febrero de 1.923 entró el piloto Schütz con su F-13 A-2 “Colombia” cargado de pasajeros en una ráfaga descendente poco después del despegue, esta empujo el avión nuevamente hacia abajo. Puesto que el río tenía poca corriente, la aeronave con su flotador izquierdo rozó una roca y se quiebra. Al mismo tiempo se rompió la cabina y la parte delantera se hundió bajo el agua. El piloto Schütz pudo salvarse en la cabina, que estaba abierta por arriba, su montador Schröder fue encontrado muerto río abajo 10 días después. Los cuatro pasajeros, un niño se encontraba entre ellos, quedaron ilesos. [15. Informe del piloto Schütz acerca del accidente del 557 “Colombia” en Girardot el día 4 de Febrero de 1.923]

El accidente no afectó la confianza de los pasajeros en el avión de transporte, por el contrario, demostró que esencialmente la construcción robusta contribuyó a la seguridad de los pasajeros. También los pilotos se hallaron entusiasmados con ese hidroavión. A finales de 1.923 escribió Hellmuth von Krohn a su primo Wolf Zimmer-Vorhaus:
“Te informas sobre mis experiencias con los aparatos Junkers y me encanta contarte sobre eso. Creo de haber contado eso a vosotros en aquel entonces que soy uno de los adeptos más entusiastas de ese tipo de avión. Nosotros no pudimos elegir hace 3 años, cuando partimos – 20 de Julio – cierto aeroplano adecuado para establecer un servicio aéreo en el trópico – en Colombia. Pues tras un servicio de tres años – de ahí 2 años y medio de continuo – ¡Nuestros aparatos más antiguos apenas se distinguen de los más recientes! – lo asombroso y lo admirable, que a excepción de cambios de menor importancia, el aeroplano de la fábrica ha permanecido igual en su construcción. Una demostración de que fue tan genialmente concebido desde el principio. El factor clave, que materializó adecuadamente el aparato Junkers, fue aquel que concibe todo el aparato en metal. Un aparato de madera con revestimiento de tela habría sido desgarrado con prontitud. No teníamos al principio ningún hangar y nada en el puerto de escalas de hoy en día. ¡Tras un sol de 50 – 70 °F, una lluvia torrencial y el sol de nuevo! ¡Después de una adición de 10 horas al comienzo de 1.000 kilómetros de viaje! Durante semanas las máquinas suspendieron debido al tiempo – sin techo, bajo campo abierto – ¡No obstante, permanecieron intactos! En las fuertes corrientes a la ribera del río ocurrió frecuentemente que debido a la parada del motor o las torpes maniobras una parte de la máquina, el ala, el flotador o el fuselaje fuera impulsado contra la orilla. Hubo daños locales que se gestaron una y otra vez. El aparato jamás sufrió en su totalidad. Un aparato de madera bajo iguales circunstancias habría sido desgarrado por completo.

Aparte de aquellos méritos de esos aeroplanos debido a su construcción metálica, reúne sus sobresalientes ventajas en las técnicas de vuelo y comercial – debido a su rentabilidad – . Solo puedo decir que es aeronáutico, siempre me sentí como adentro de un vehículo deportivo y no como en una aeronave que está diseñada para transportar 6 personas. La forma de las alas y por cierto todo el aparato rígido tiene una velocidad sin viento de poco más de 150 kilómetros por hora. Ese inconveniente y el hecho que el motor B.M.W. de 185 caballos de vapor solo consume algo más de 40 – 50 litros de combustible por hora hacen del aeroplano extraordinariamente rentable. Lo único ciertamente presente fue la cuestión que con el motor mencionado anteriormente un aparato con 6 personas alcanzó los 6.800 metros de altitud; una prueba de las fortalezas fuera de serie. En mis vuelos sobre los Andes desde el Río Grande de la Magdalena hasta el Río Grande del Cauca alcancé 4.500 metros en una hora, ¡5.200 metros de altitud en una hora y cuarto! … Si alguna vez vosotros tuvierais que cultivar lo excelsamente hermoso, estoy a disposición. ¡Las cajas Junkers por siempre!” [16. Carta de Hellmuth Von Krohn a Zimmer-Vorhaus del 15 de Noviembre de 1.923]

Tan trágico fue aquel valiente y confiable piloto, quién había dominado los vuelos más complicados, que fue víctima de un vuelo trivial. Durante la visita del ministro de Obras Públicas voló el piloto Von Krohn con 3 pasajeros y su mecánico a bordo en el “Tolima”. En el intento de sobrevolar una nube sobrecargó el aeroplano y lo llevó a su caída. Como el volaba a una altitud de 300 metros, no pudo controlar el aparato por encima del suelo. La aeronave dio contra un árbol y se precipitó sobre una casa cubierta de paja, en la cual ardió una llamarada. Por los recipientes estallados de combustible quedaron la casa y el aeroplano en llamas en breve tiempo. El jefe de pilotos de la SCADTA, su mecánico así como todos los integrantes murieron instantáneamente como consecuencia de horribles quemaduras que habían padecido… [17. Carta de la Fábrica de Aviones Junkers a la empresa Saudt del 26 de Agosto de 1.924 y reportaje en el “Diario Nacional”, Bogotá, Colombia, del 8 de Junio de 1.924]

Von Krohn fue sepultado bajo una gran participación de la participación, los periódicos le dedicaron obituarios honoríficos cuando exaltaron con lujo de detalles sus servicios por Colombia: “El realizó vuelos de arte y destreza incomparables tales como desde Girardot hacia Cali y de Barranquilla hacia Cali, que son suficientes por si solos para incluir su nombre entre los primeros y más grandes aviadores…Colombia no sabe todavía que ha perdido ayer con ese hombre sencillo y modesto, el caballero impecable de inmaculado origen y elevada cultura que llevó frac con la misma naturalidad y elegancia como dirigió el timón…” [18. Artículo de “El Tiempo” del 9 de Junio de 1.924, publicado en el “Weserzeitung” del 17 de Julio de 1.924]

El accidente fue un duro golpe para la SCADTA, no solamente personal, puesto que había perdido al mejor aviador, también económicamente. Luego de haber fallado también el F-13 “Santander” que causó esencialmente una merma de sus ingresos, la sección científica tuvo que poner a disposición su F-13 “Caldas” al transporte aéreo. Sin embargo, las utilidades netas al término del año 1.924 proporcionaron un total de 42.422,59 dólares, de modo que pudieron ser repartidos dividendos de 5{d2627856216829eda2ece8f1cb6f536cff22a81100f8a7c028943a2cc816e632} a los accionistas. [19. Carta del doctor Peter Von Bauer (SCADTA) a la Junkers Flugzeugwerk AG del 2 de Marzo de 1.920]

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F-13 de la SCADTA

En el año de 1.925 fue la SCADTA con seis F-13 capaz de estar en total funcionamiento y además, la sección científica pudo retomar su trabajo. Había recibido mientras tanto una misión de fotografía aérea: En la controvertida región fronteriza entre Colombia y Venezuela tuvieron que ser medidos 10.000 kilómetros cuadrados desde el aire, puesto que una medición a nivel de suelo no fue posible debido a conflictivas tribus indígenas.
En 16 días fueron realizados un total de 18.000 fotografías aéreas y en consecuencia, medió en el conflicto fronterizo entre dos pueblos. [20. Doctor Peter Von Bauer: Handelsluftverkehr in Columbien; De: National Aeronautic Association Review Nr. 4. Abril de 1.925]
Hasta finales de 1.929 adquirió la SCADTA un total de 18 Junkers F-13 [21. Wilhelm Sachsenberg: Ventas del F-13 desde 1.919 hasta 1.929], con ellos hizo la mayor parte de su historia.

F-13_A-32_Pacifico
F-13 “Pacífico”
Red de itinerarios de la SCADTA en 1.933
Red de itinerarios de la SCADTA en 1.933

Los siguientes documentos mencionados se encuentran en su mayoría en el Archivo del Museo Alemán Junkers en München (Signatura: DM JUARCH), las fotos proceden del Archivo Bernd Junkers.


Fundación de Scadta

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5 Diciembre de 1919

El 5 de diciembre de 1919 se fundó la empresa de aviación SCADTA en Barranquilla, iniciada por empresarios alemanes y colombianos. Scadta se creó como una sociedad anónima con el propósito explícito de «hacer uso económico del transporte aéreo por medio de hidroaviones».

El capital accionario ascendía a $100.000 pesos.
El director administrativo era Albert Tietjen, un miembro de la prestigiosa casa comercial germano-colombiana de Luis Gieseken y Cia. El banquero Ernesto Cortissoz asumió la presidencia de la compañía. Otros participantes destacados en la creación de Scadta fueron Rafael María Palacios, Cristóbal Restrepo, Jacobo Correa, Aristides Noguera, Stuart Hosie y el comerciante alemán Werner Kämmerer.
La fundación de Scadta fue una expresión del clima favorable para las inversiones debido al estancamiento del comercio exterior durante la guerra.

Pero esto no era todo; en diciembre de 1919, los vuelos de prueba de la compañía franco-colombiana CCNA todavía estaban en camino. De allí que la fundación de Scadta -con el uso explícito de la palabra «Alemana» en su nombre- tenga que interpretarse como un desafío planeado cuidadosamente de los expatriados alemanes y de los germanófilos contra lo que parecía ser una empresa «francesa».

No hubo una intervención directa de alemanes provenientes del Reich, aún menos del gobierno de la República de Weimar que en ese momento estaba todavía en proceso de consolidación interna y no tenía al cabo una política definida hacia América Latina”. Sin embargo, los fundadores de la empresa planeaban naturalmente importar aviones alemanes y emplear personal alemán.

Estaban convencidos de alcanzar mayor éxito que la CCNA con sus aviones franceses. Su éxito habría de ser una primera señal del resurgimiento alemán después de la humillación de Versalles, y una señal inicial para el restablecimiento de relaciones comerciales entre Colombia y Alemania. A comienzos de 1920, Kämmerer fue enviado a Alemania con el fin de comprar aviones y reclutar pilotos y otros empleados.

Kämmerer tuvo éxito en traer a Scadta a los expilotos de combate Fritz W. Hammer y Hellmuth van Krohn, y al técnico Wilhelm Schnurbusch. En cuanto al equipo técnico, el representante de Scadta se dirigió a los Junkers Flugzeugwerke AG en Dessau”, Las negociaciones entre Kämmerer y Junkers se presentaron difíciles. Por su nuevo avión F13, el primer avión metálico del mundo, Junkers exigió 12 mil dólares, un precio mucho mas alto que el de los aviones de madera. Pero Hammer había recomendado los aviones Junkers debido a que la construcción metálica parecía estar mejor adecuada a las condiciones especiales del clima colombiano.  

Los infortunios de la CCNA con sus aviones de madera Farman sirvieron como factor de disuasión. Además, Hammer estaba seguro de que la calidad de los aviones sería decisiva. El interés de Junkers en vender su avión a Colombia era muy grande. De acuerdo con la opinión de los expertos en aviación, las circunstancias externas para los hidroaviones metálicos era muy prometedora. El río Magdalena, que conectaba al puerto más importante de la Costa Atlántica, Barranquilla, con los centros urbanos de la zona montañosa como Bogotá y MedelIín, era muy conveniente para el establecimiento de una aerolínea basada en los aviones F13. Más importante para los administradores en Dessau era el efecto publicitario que pudiera tener una aerolínea exitosa equipada con aviones Junkers en la «exótica» América Latina.

En un artículo publicado en una revista alemana, Kämmerer se refirió a este tema: «Incluso el hombre más racional será capaz de apreciar que en estas regiones la actividad técnica está conectada con un romanticismo que a veces está más allá de los límites de nuestros sueños más salvajes», de aquí que Junkers extendiera un préstamo a Scadta que hizo posible la adquisición de dos aviones F13.

Los aviones y el personal llegaron a Colombia el 4 de agosto de 1920 y recibieron una calurosa bienvenida de la prensa nacional y de la población de Barranquilla. Para aquel momento, los aviones tenían que someterse a vuelos de prueba con el fin de establecer si eran apropiados bajo las circunstancias dadas. Hubo problemas técnicos a consecuencia de la falta de piezas de repuesto y las difíciles condiciones climáticas. Las máquinas no podían enfriarse lo suficiente y faltaba el combustible adecuado. Por tanto, los primeros pocos vuelos de prueba fracasaron.

Además la situación financiera estaba apretada porque solamente se había suscrito 40{d2627856216829eda2ece8f1cb6f536cff22a81100f8a7c028943a2cc816e632} del capital accionario proyectado”. Además, los desventurados franceses no aceptaban sin resistencia el surgimiento de un competidor semialemán.

El cónsul francés reportó a París acerca de los acontecimientos que se presentaban en Colombia y sugirió verificar si las normas del Tratado de Versalles habían sido ignoradas. Pero sucedió que Junkers había recibido un permiso oficial de exportación expedido por las autoridades alemanas.  

Pocos meses después la comisión de control de los aliados inquirió sobre el carácter del personal alemán de Scadta. Sin embargo, no pudo comprobar que Hammer, Schnurbusch y von Krohn hicieran parte de una misión militar encubierta. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Alemania trató de mantenerse al margen todo el asunto, aunque fue informado acerca de éste, por cuanto Hammer era yerno del ministro del exterior, Walter Simons.